domingo, 2 de febrero de 2014

REFLEXIÓN de Guillermo Gutiérrez

>Este texto me lo envió mi amigo y colaborador de este blog Guillermo Gutiérrez Calleros,como respuesta a la colaboración de CONTRALUZ intitulada "ORDEN PRIMERO" que publiqué el domingo anterior.
 Por el valor que tiene el escrito, solicité a Guillermo que me permitiera incluirlo como una entrada del blog.<

Quisiera sugerir el hecho de que en México, Estados Unidos y por doquier, los humanos, exceptuando a los más pobres de entre los pobres, hemos tomado y nos mantenemos en senderos equivocados sin poder, o sin saber, regresar al camino importante, aunque fuese de vez en cuando.


Incitamos a nuestros hijos, nietos y nosotros mismos a encaminar nuestras vidas por las sendas del “hacer” y del “tener”.

Nos, y los, convertimos en autómatas buscando constantemente, no lo que necesitamos, sino lo que queremos, con la consigna de:

“Tengo que hacer … para tener….”
“Tengo que hacer … para controlar….”
“Tengo que hacer … para poseer …”
“Tengo que hacer … para disfrutar….”
“Tengo que hacer … para gozar….”
“Tengo que hacer … para adquirir…”

Y al obtener lo que buscábamos, por más bello que sea, el vacío persiste y tomamos otro camino para obtener algo más y así transitamos dando vueltas en los pasadizos sin fin.

Muchos de nosotros andamos en la búsqueda incesante del espejismo que nos llene y nos sacie, olvidando que lo más importante es: nosotros mismos, nuestros hijos y nietos, nuestras familias.

Tal como lo expresa el místico Rumi, filósofo y poeta persa, con su simple belleza y nitidez:
“Andas vagando de lugar en lugar
Buscando el collar de diamantes
Que ya tienes colgado al cuello.”

Y los pobres, “Los Nadies” de Galeano, sea en África, en la India, en nuestras regiones de etnias indígenas abandonadas, los que tienen menos que nada … ellos no transitan por esas sendas, ellos buscan lo que necesitan y sobreviven caminando frecuentemente por la vereda importante: La senda del “ser”.

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