LAS OTRAS BALLENAS
Temporada de elecciones, como ahora para Coahuila, momento de revisar cómo anda nuestro sistema, y
de qué manera aquellos individuos que escogeremos para representarnos, habrán
de cumplir con la responsabilidad que les corresponde y por la que estarán muy pero muy bien pagados.
Meterme en el intríngulis de la política no es lo mío,
prefiero enfocarme en aquellos aspectos generales que finalmente impactan en
las tribunas porque tienen que ver con el estado de cosas dentro de nuestra
sociedad. Para ejemplo van dos asuntos
de los que tuve conocimiento esta semana.
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión enfoca ahora
su atención a casos de suicidio en
adolescentes causados por el juego denominado “La Ballena Azul” del que ya
hablamos en este espacio, mismo que invita a adolescentes a cumplir retos
progresivamente más difíciles, dañinos para ellos, que culminan en el suicidio
del jugador. Lo que en Rusia ha sido un
problema serio, en México no lo es, aunque a criterio de nuestros legisladores
justificó emitir un punto de acuerdo. De
100 muertes registradas en México, 1 es por suicidio, y de 10 casos de
suicidio, 4 corresponden a jóvenes entre 15 y 29 años, y de los 2,400 suicidios
en adolescentes del último año, 3 fueron por la Ballena Azul, así la
proporción.
Nunca jamás podría desestimar la muerte de un solo ser
humano, menos aun cuando se trata de suicidio en adolescentes, sin embargo
habría que poner las cosas en perspectiva, y para ello algunos datos duros para
fundamentar mi reflexión.
Según la asociación SAVE THE CHILDREN, la mitad de los
adolescentes en México está en pobreza, y según el CONEVAL en un estudio del 2012
un 8.5% de menores de 18 años padece rezago educativo, un 19.7% no tiene acceso
a servicios de salud, un 65.6% no cuenta con seguridad social, el 18.5% no
tiene vivienda de calidad, el 24.9% no tiene servicios básicos, y un 28.2% no
cuenta con acceso a la alimentación.
De acuerdo a la UNICEF (2009) había en México 12.8 millones
de adolescentes entre 12 y 17 años, de ellos 1 de cada 3 no asiste a la
escuela. El INEGI señala que 11 de cada 100 mujeres menores de 19 años ha
tenido al menos un embarazo. SAVE THE CHILDREN en el 2013 indica que por cada
1000 mujeres menores de 19 años ocurren 77 embarazos, y a más baja escolaridad
mayor mortalidad materna. De cada 100 muertes maternas 13.8% corresponden a menores de 19 años.
Hay otros rubros mucho más urgentes que los tres suicidios
por la Ballena Azul. Esta semana
comparte un compañero pediatra un documento expedido por un chiapaneco que se ostenta
como médico y que al describir el estado de salud de una paciente de 28 años
que acudió con él a la letra dice, (transcribo respetando las erratas del
documento): “Se le encontró un tumor malino (sic) de 2.4 cm de diámetro y
anemia de 3er grado a punto de ser leucemia acumulación de animalitos y
paracitos (sic) no tiene calcio ni cartilago arteria lenta derrame viliar (sic)
y supuracion de liquidos en traquia (sic), inflamacion en la ingue (sic) hernia
en piloro, hígado picado, inflamación en páncreas, infección intestinal en 3er
grado, quistitis (sic) en vejiga orinaria (sic), gastritis en colon (sic), en
concreto, una hernia en supuración de 2.4 de diámetro (tumor).”
Sin necesidad de ser médicos detectaremos un sinnúmero de inconsistencias
en este documento escrito por quien se firma como médico, en una clara y evidente
usurpación de funciones muy grave y que va contra la ley. En pocas palabras, con su “diagnóstico”
desahucia a una joven de 28 años… No quiero ni imaginar la preocupación de la
paciente y de sus familiares pensando en que va a morir.
¿Dónde está Profesiones para revisar estos casos? ¿Dónde está la
Secretaría de Salud? Escenarios como el descrito proliferan, así como los de
estilistas que aplican botox o que inyectan aceite industrial para hacer
lipoescultura. Igual está la venta
clandestina de medicamentos pirata en las pulgas. ¿Tienen conocimiento de ello
nuestros legisladores? ¿Qué están haciendo al respecto?
Ahora cuando vamos a elegir, conozcamos las propuestas de
los candidatos, pero sobre todo su trayectoria.
Que no nos maree el canto de sirenas de las campañas, investiguemos a
fondo su sensibilidad social, la honestidad y espíritu de servicio en su desempeño público, y apostemos por
aquellos que se enfocan en las otras ballenas, hacia los graves problemas que merman
los segmentos de población más vulnerables. Tomemos conocimiento de cuestiones como la malnutrición, la
deficiencia de infraestructura urbana, el analfabetismo funcional, los bajos
salarios, la inseguridad, los grandes
depredadores que en realidad sí ponen en riesgo significativo a nuestro amado
México. Si no lo hacemos, no se vale
quejarnos luego.
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