domingo, 20 de junio de 2021

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Dicen que todos los cambios son buenos, pero también dicen que no cambies camino por vereda. Queda claro que la decisión de que cambios hagas en tu vida es la que define si éstos serán buenos o no.

Cuando se ha bregado en tiempos de adversidad, cuando se ha hecho una costumbre reencontrarse con la felicidad, a pesar de que esté escondida debajo de una piedra, uno no tiene miedo a los cambios. Pueden no resultar como se esperaba, porque nuestras expectativas, cuando menos las mías, generalmente son positivas y altas, en cuanto a lo que espero de la gente y de los resultados de mi esfuerzo por consolidar un cambio.

Puede ser que te encuentres con hostilidad, algo que no estaba en tu mapa sentimental, que sea resultado quizá de tu forma de actuar, o de la interpretación que se le dé a ésta, o por tu forma de pensar, o por ambas, pero la vida te da oportunidad de que implementes una y más estrategias para lidiar con ello, espero nadie tenga que hacerse experto en este tema, yo tengo poca experiencia.
Acostumbrada decía a reencontrarme una y otra vez con la felicidad, me dejo guiar por mi intuición, que si bien a veces me ha fallado, generalmente me guía hacia donde hay afecto, me aísla de resentimientos, me permite ser digna y tener el orgullo suficiente, más no caer en la soberbia, buscar el equilibrio entre éste y la humildad para aceptar mis errores, que no son pocos, para perdonármelos y así mismo perdonar los ajenos.

He sido siempre afortunada en el amor, en todas sus manifestaciones, he sabido del desamor también, pero en mi balance siempre termino teniendo saldo a favor.

Sé que seguiré siéndolo, y en esos afectos anclo mi esperanza de no sucumbir ante la hostilidad, de dirimir las causas, de hacerme cargo de mi responsabilidad ante lo que haya generado tal animadversión.

He perdido el miedo a la soledad, y sé compartir con ella buena parte de mis días, hasta creo que en ella he podido apreciar más lo que la vida tan generosamente me ha brindado.

He dado un giro a mi vida que no tenía contemplado, mi brújula me ha guiado a donde sé estaré abrigada, como lo estuve antes por cariño añejo, por esa red de amor que se ha ido tejiendo y manteniendo a pesar de la distancia, a pesar de la geografía, sin que el tiempo la dañe, sino por el contrario le dé mayor sostén.

Dispuesta a recibir lo que a bien tenga cada quien en ofrecerme y a dar lo que de mi demanden, en la medida que me sea posible.

Cambia, todo cambia, y con ello va implícito el desprenderse de algo y recibir algo distinto. conservaré sin embargo por siempre en mi corazón y en mi mente, hasta donde ésta lo permita mis afectos, que van conmigo siendo carga preciada, que no pesa, por el contrario aligera mi paso, que me consuela, que es incentivo para desafiar retos y no dejar que decaiga mi fuerza vital, que me dará alas para volar cuando mis pies ya no puedan sostener mi marcha.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario