domingo, 15 de octubre de 2023

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

¡Intentar ayudar y morir en el intento! Creo que la mayoría de nosotros somos serviciales, nos mueve el instinto a ayudar, algunos aprenden a contenerse porque se han sentido muchas veces mal agradecidos, o defraudados por aquel al que han ofrecido generosamente su apoyo. Porque, por muy desinteresado que se pretenda ser, creo que defintivamente siempre esperamos algo a cambio.

Cuando la ayuda se da desinteresadamente es en el contexto material, pero a nadie le sienta bien, dar una y otra vez, sin por lo menos percibir un poco de agradecimiento en una mirada, en una caricia, en hacernos sentir que se valora nuestro acto de solidaridad. No hay mejor remuneración que una sonrisa, un beso, un "gracias". Decimos "no me des las gracias", pero no podemos negar la enorme satisfacción que nos da escucharlo o advertirlo de alguna manera, porque es la señal de que no fue en vano nuestro esfuerzo, poco o mucho, por haber sido útil a los demás.

Incentivador es el agradecimiento, no es hacer por buscarlo, pero es gratificante a más no poder recibirlo. Yo tengo que agradecer a tanta gente, que mi lista requeriría mas de un muro en el facebook, gente que me dijo lo necesario en el momento preciso, que me dio su tiempo, su espacio, que me hizo recapacitar, que me ha dado su amistad, su cariño, que ha acompañado mi vida y que le ha dado color a mis días más obscuros. Agradecer con palabras, con miradas, con actitudes, con amor, es un acto de humanismo, que es lo menos que merece quien acude a auxiliarnos cuando lo pedimos o sin que lo hagamos, porque siente que lo necesitamos.

"Gracias", cuando se dice genuinamente es algo más que una expresión, es una actitud que hace reconocer que lo que se recibió fue valorado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario