CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

El vivir requiere de una dosis alta de adaptabilidad a las distintas etapas y circunstancias. Asimilar los cambios, aceptar condiciones que antes tu imponías.  El día de las madres, como otros festivos, a veces solo recrudecen sentimientos de dolor que manteníamos adormecidos, o nos hacen sentir infelices porque no tuvimos las muestras de cariño que según nosotros merecíamos, otras estuvieron esperando por su tiempo de convivencia y se desilusionaron al ver que tan solo para ellas era importante, y para los demás una obligación con la cual se tenía que cumplir. Día de gozo, de convivencia feliz para unas, para otras de tristeza, de sensación de abandono o el favorito para sentirse mal correspondido.

Difícil a veces lidiar con estos días, insisto en que se requiere una dosis alta de adaptabilidad, de asumir que cualquier día del año puede ser un mejor día, no tener expectativas tan altas puestas en él.
Vale la pena voltear un poco hacia otro lado y no a tu "desolador" día de las madres, hay mujeres que no aspiran a un festejo ni el 10, ni nunca, cuya profunda angustia tiene más que justificación, ni regalos, ni reuniones, ni un te quiero. Su mejor día es la esperanza de volver a ver a un hijo desaparecido, o devuelta la salud a uno enfermo, o poderlo rescatar de la violencia de una guerra. No le pongas fecha a ese día, seguro será para ellas día de fiesta.

Quizá el mejor 10 de mayo que se haya tenido alguna vez, haya sido en julio o en octubre, que más da la fecha, lo importante es lograr sentir que se reúnen los afectos sin tener un día preciso para hacerlo. El calendario tiene muchos más días, y quizá éste para muchas fue tan solo uno más. El cariño no se mide por cómo haya transcurrido un 10 de mayo. Dale vuelta a la página, sé feliz.