Precisión
Estallan coches bomba en Chihuahua, Nuevo León e Hidalgo.
Lanzan granadas contra cuarteles, matan a policías y tránsitos.
Hay muertos y heridos, destrucción y terror entre los ciudadanos.
El Gobierno reacciona a esos atentados con extraordinaria parsimonia.
Puntualiza que no son actos de terrorismo, aunque lo parezcan.
Y el presidente insiste: Hay que hablar bien de México, a pesar de todo.
Así hay que decirlo a los tres niños a los que les estalló una granada.
Si se salvan, que no les quede una impresión equivocada.
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