Oración de Papíkuano
¡Oh Gran Espíritu!
Cuya voz oigo en el viento
y cuyo aliento da vida
a todo el mundo, escúchame:
Yo soy pequeño y débil,
necesito de tu fuerza y sabiduría.
Permíteme caminar
por la senda de la belleza,
y que mis ojos contemplen siempre
¡Oh Gran Espíritu!
Cuya voz oigo en el viento
y cuyo aliento da vida
a todo el mundo, escúchame:
Yo soy pequeño y débil,
necesito de tu fuerza y sabiduría.
Permíteme caminar
por la senda de la belleza,
y que mis ojos contemplen siempre
el rojo y el morado del ocaso.
Haz que mis manos respeten las cosas
que tú has hecho, y da a mis oídos
la agudeza para oír tu voz.
Hazme sabio, para que yo pueda comprender
las cosas que tú enseñaste a mi pueblo.
Permite que yo aprenda las lecciones
que tú has escondido en cada hoja
y en cada roca.
Permíteme ser fuerte, no para colocarme
por encima de mi hermano, sino
para luchar contra mi mayor enemigo:
¡Yo mismo!
Haz que siempre este listo para ir a ti
con la vista alta y las manos limpias,
así cuando que la vida se desvanezca
como se desvanece el sol en el ocaso,
mi espíritu pueda ir a ti
sin asomo alguno de vergüenza.
¡Yo mismo!
Haz que siempre este listo para ir a ti
con la vista alta y las manos limpias,
así cuando que la vida se desvanezca
como se desvanece el sol en el ocaso,
mi espíritu pueda ir a ti
sin asomo alguno de vergüenza.
Hermosa Oración!!!
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