domingo, 9 de agosto de 2015

Carta de amigos de Nadia Vera

Porque siempre estarás con nosotros, pequeña.




Xalapa, Veracruz, a 05 de agosto de 2015

A Mirtha Luz, Johan, Shantí, Sendic, familiares y amigos de Nadia
PRESENTE:

Hacemos de estas letras un canto solidario que nos permita abrazarlos a ustedes, que nos permita abrazarnos de ustedes, y en medio de ese abrazo colectivo encontrar un poquito de paz, sujetar a Nadia en nuestros corazones, llenarnos de la fuerza que nos ha heredado y levantarnos para seguir caminando firmes.

Su voz resuena entre nuestros corazones hoy con más eco; resuena con aquella fuerza que en su camino de pequeños pero firmes pasos alzó siempre en búsqueda de la justicia para todos y todas.

Que en un sendero de cempasúchil, entre la tierra fresca, se encuentren sus pies. Que la música, el cine, el canto y la poesía llenen su alma y la de todos aquellos que sabemos de su verdad, su valentía y su gran fuerza. La abrazamos, la lloramos y unimos nuestra voz a la suya, a la de ustedes, su familia, a la de nosotros sus compañeros, sus amigos.

Se queda entre nosotros aquella pequeña guerrera con toda su luz y su fuerza. En cada amanecer, en cada luna llena, en cada paso que sembró, y en el viento donde resuena su voz dándonos compañía, sembrando justicia, ahí, ahí estará la Niña de Azúcar.

En el corazón nos deja las sonrisas, el sentido de comunidad, la fuerza, la búsqueda de la justicia. Recordaremos sus bailes, su lucha incansable, irrompible, interminable como el viento. Siempre fuerte, siempre guerrera, siempre adelante. Entre los surcos de la tierra que labran los campesinos, entre los sueños por construir, entre las semillas de esperanza que brotan de sus manos, que ofrecieron entre ellas su vida, sus sueños, su corazón, entre los velos que con su cuerpo toca hoy nuestras almas, escucharemos su voz ronca y regañona que siempre nos hizo reflexionar.

Con ella y gracias a ella hoy volvemos a compartir la vida, hoy nos sabemos más unidos, más fuertes con su presencia, con su crítica franca y entrona. Sabemos lo que ha detonado: una bala directo al corazón del tirano, una flama en el corazón enardecido de sus compañeros y amigos.
Vuela libre ahora la incansable mujer guerrera. Allá entre las montañas y las nubes, entre los cantos de nuestras venas, su voz se respira. Con la luz de la luna velaremos sus sueños. Su sangre no se detiene, corre en nuestros corazones.

Quisieron apagar su vida, pero ahora es el fuego que nos alumbra en esta larga noche. Es la flama que no dejará que nuestros corazones se apaguen nunca. Hoy, su voz ronca que anida en nuestras gargantas, se convierte en el grito de aquello que siempre buscó, JUSTICIA, a Nadia, a todos aquellos por quienes luchan como ella lo hizo.

Escribimos estos pensamientos desde su otra casa, desde el hogar que sembró en cada uno de nuestros corazones, desde aquí, su Xalapa que la vio andar lunas y soles, extendemos nuestro cariño y amor por Nadia hacia ustedes para hacer juntos una sola familia, la que ella construyó.

Que nuestro abrazo llegue hasta ustedes para arropar sus corazones.

Amigos y compañeros de Xalapa de Nadia

Agradezco a Cecilia del Mar su amable disposición para permitirme  publicar  este texto en mi blog desde: 
https://www.facebook.com/del.mar.zamudio?fref=ts

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