domingo, 19 de junio de 2016

Hermosa reflexión en el Día del Padre por Antonio Pacheco Espinosa

Antonio evoca, con particular cariño y ternura, la memoria de su padre, quien se ha adelantado en el camino. Son sentimientos que comparto con él en este día por el padre ausente.   Quien aún tenga a su padre siéntase afortunado, corra a abrazarlo, cólmelo de amor y dé gracias al cielo por su vida cada día.

Los tiempos de Dios son perfectos. De eso no me queda duda. He aprendido ya a no cuestionar sus decisiones y a aceptar sus designios con temple y con fortaleza.
   Hoy, en esta tarde triste, acá en el puerto de Veracruz, mientras leo un poco y repaso eventos del día, añoro la presencia elegante y autoritaria de mi padre. Creo que si yo tuviera la oportunidad de pedir un deseo al invisible genio de la lámpara sería eso: poder verlo y decirle tantas cosas. Me encantaría escuchar esa voz añeja y curtida, perfeccionada y certera, de sus 90 años. 
   Murió cuando tenía 66 y creo que la vida me quedó a deber. Me debe la oportunidad siempre ansiada de verlo nuevamente de cerca, de sentirme seguro y de seguir aprendiendo de él. Ha habido tantos nudos en la garganta por ese deseo reprimido de tomar su mano y llevarlo por senderos nuevos. ¡cuanto me hubiera gustado llevarlo al beisbol o simplemente al centro de la ciudad en ese auto que nunca tuvimos en casa!    ¡Cuánto no diera por poder decirle que su vida llena de imágenes de tristeza ha impactado
Fuerte en mi futuro que él ya no vivió! 
   ¡Cuánto diera por verlo gozar mis poemas que él me enseño a
crear! 
   Este día sólo son especulaciones. Ya no lloro cuando lo recuerdo porque he decidido quedarme con la grandeza y positivismo de sus logros: mi padre no fue a la escuela y solo en la vida, habiendo huido de casa, supo guiarse con esa luz divina de la más alta autoestima. Él confió siempre en él y no fue por arrogancia.    Creo que las cosas se fueron dando para él porque fue un hombre bueno. Y Dios y la vida premian eso tarde que y temprano. 
   Lunes 13 de junio. 90 años de mi padre. Lo festejo en ausencia. Pero sé que está cerca.

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