domingo, 18 de septiembre de 2022

POESÍA de Héctor Olveda




Los niños del desfile

Coronado de algodón y una calva
impostora
por la mañana después de los honores
con un sayo de sotana se acalora
un niño siendo el cura de Dolores.
Ante ese móvil escenario de petate
chiqueadores imagino por las sienes
de un párvulo Morelos, los laureles
que la gloria ciñó, y el paliacate.
Con este Siervo de nuestra Nación
son ya cinco las réplicas que veo:
“Suficientes”, dijera Napoleón,
“Me son para ganar el mundo entero”
Al episodio después con su guerrilla
impulsan en violenta recreación
tres púberes de sexto con patillas
que son Mina, Matamoros y Rayón.
Mas luego el viento dibuja imaginarios
dos rostros con Folklórica cenefa:
Rebelde apareció Leona Vicario
insurgente y de perfil, Doña Josefa.
Los que viajan en carros alegóricos
No ocupan en su andar de valentía
Pues más incierto es y más estoico
Marchar detrás de la caballería.
Quienes viven aún tras el combate
Se premian con la silla de Iturbide
Fusilados los héroes se despiden
Desangrados en salsa de tomate.
Ya levanta la pública intendencia
migajas, corcholatas y envoltorios
que si pasión ocupan los jolgorios
martirio y corazón, la independencia.
Frente a una estatua, los niños del desfile
devorando dichosos, se retratan:
La vasta hilera de un elote con chile
imagen absoluta de la patria


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