jueves, 13 de mayo de 2010

BAJA EL CERO Y NO CONTIENE

Por M.C.M.G.
No hay duda de que nuestro México es único en muchos aspectos; maravilloso, sabroso, musical, impredecible... Es la "Suave Patria" de López Velarde expresada en la blanca mazorca que tienen en medio de la cara nuestros niños; en ese reírse cantando de nuestras mujeres sencillas, y en el paso lerdo pero altivo de nuestros viejos que no por su edad dejan de hacer camino al andar.
¡Ah, pero la burocracia!... uno de esos males que tenemos incrustados en la piel y en la conciencia, y no logramos arrancarnos ni con todas las reformas del mundo. ¡La simplificación administrativa que tantas veces lo que hace es complicar más todo tipo de gestiones!
Justo esta mañana me dirigí a tramitar un acta de nacimiento a un módulo establecido precisamente para tal fin; al aproximarme supongo que saldré pronto pues, contrario a otras veces, ahora no hay personas esperando en el local. Detrás del escritorio están dos jovencitas divertidas frente al monitor de la computadora, tan divertidas que tardaron un tanto en percatarse de mi presencia. Cuando por fin alzaron la vista y manifesté cuál era mi solicitud, me dijeron que ahora tenía que ir primero a Recaudación de Rentas a solicitar el formato correspondiente, de ahí ir al banco a hacer el pago de setenta y dos pesos del acta, y luego regresar con ellas.
"Desde enero el trámite es así" replicaron luego de que expresé mi extrañeza ante el procedimiento; viendo que no había otra alternativa desanduve todos mis pasos, crucé el primer cuadro y tomé rumbo al oriente cinco kilómetros hasta el complejo recién construido para albergar, entre otras dependencias estatales, las oficinas de Recaudación. Solicité el formato y nuevamente recorrí el mismo trayecto para ir al banco y de regreso con las chicas que ahora sí tenían a una solicitante frente al escritorio para cuando yo ingresé a la oficina.
Se trataba de una señora joven quien venía desde la periferia de la ciudad justo con el importe para el camión urbano, y los setenta y dos pesos para pagar el acta. De alguna manera me entero que su esposo es eventual de la construcción y gana el mínimo, por lo que ambos tuvieron que reorganizar los ingresos de la semana para apartar esos setenta y dos pesos para el acta que ella necesita con urgencia, y los trece pesos para el camión de ida y regreso.
"¿Cuánto me tardo si me voy a pie?"... "¿Alcanzaré a ir y venir antes de las cuatro?".. "Porque para venir otro día necesitaría juntar otra vez lo del acta y lo del camión"... Lógico, las chicas le dijeron que no era problema de ellas ver cómo le hacía; probablemente querían terminar pronto para regresar a chatear o qué sé yo.
...Evidentemente este cambio no es su culpa, ni les pagan por resolver problemas que no están en su perfil de empleadas de ventanilla.... A lo que yo me pregunto: ¿Esto es en verdad "simplificación administrativa"? ¿Le facilita la vida al ciudadano? ¿Ayuda a optimizar el gasto familiar?...
Como dice el dicho: "Baja el cero y no contiene": ¡Qué grande es la distancia que separa--escritorio de por medio-- al funcionario que se dedica a idear nuevos procedimientos, del usuario que pasa las de Caín con cada uno de esos cambios! ¿Cuánto lograremos tú y yo zanjar esas distancias con un poquito de misericordia para el que sufre la dureza del sistema?...

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