lunes, 6 de junio de 2011

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

¿CUÁL ES EL MENSAJE?

A lo largo de toda la semana ha estado circulando por Internet un video impactante tomado dentro de un salón de Jardín de Niños en la ciudad de Monterrey, mientras en el exterior del mismo está ocurriendo una balacera. Al fondo alcanzan a escucharse los estruendos del plomo, en tanto la maestra con voz tranquilizadora convence a los niños, inicialmente asustados, de tirarse en el suelo boca arriba y acompañarla a cantar.
   La respuesta de la población civil a la acción de la educadora ha sido de admiración y reconocimiento; dicho sea de paso, fue ella la que filmó el video y lo subió a la red con un mensaje: “A la hora de una balacera hay que tirarse al suelo, guardar silencio y twittear lo que está ocurriendo”.
   Debo confesar que contrario a lo que yo imaginé, el reconocimiento para la valiente educadora que supo resguardar a “sus pollitos” como ella misma llama a sus alumnos, también se hizo por parte del gobierno estatal, que le entregó una placa. Inicialmente la SEP había prohibido a la educadora difundir su nombre completo, algo absurdo e insostenible; pudimos entonces saber que es Martha Ivette Rivera Alanís, madre de dos pequeños, y docente desde hace quince años.
   Éste es un escenario que por desgracia se hace más frecuente día con día, nuestros niños y jóvenes, en el desempeño de sus actividades cotidianas, están en riesgo de morir; un hecho real y absoluto, al margen de los discursos que señalan lo contrario. En este contexto difícilmente se haría un reconocimiento más amplio a la valentía de la maestra, pues sería como ponerle el cascabel al gato aceptando que la violencia en México coloca en situación de riesgo a los más pequeños. Sería además, reconocer que la balacera se originó al enfrentar a propietarios de taxis “pirata” que tienen su base en el exterior del Jardín de Niños. Y finalmente, se revelaría de manera implícita que la autoridad no logra controlar enfrentamientos armados.
   Habría qué ver cuál es el mensaje que se manda en cuestión de reconocimientos, cuando los de bombo y platillo en la residencia oficial de Los Pinos se vienen reservando para futbolistas, cantantes y corredores de Fórmula Uno. Baste mencionar a Cuauhtémoc Blanco en el 2009, Joaquín Sabina en el 2010, y ahora en el 2011 están por ser recibidos en dicho recinto oficial los pilotos mexicanos Esteban Gutiérrez y Sergio Pérez.
   Por cierto, hablando de “héroes VIP” como Cuauhtémoc Blanco, resulta censurable que en una de sus últimas giras futboleras por Europa hiciera llevar una máquina que elabora tortillas de maíz como a él le gustan, lo que me recordó a Carmen Romano, primera esposa de López Portillo, quien viajaba en todas las giras presidenciales con un piano de cola que haría instalar en el piso del hotel en turno, y que según cuentan los enterados, jamás tocó….En uno y otro caso, son gastos que se hacen con cargo a la nación.
   Lo que nuestro país necesita son acciones valientes y firmes que desde el silencio lo apuntalen, como es el caso de la maestra. Entonces es momento de frenar la dilapidación de recursos tan necesarios en cuestiones de salud, educación y desarrollo social, derrochados en rubros tan frívolos como onerosos.
   Otra asignatura pendiente es la relativa a percepciones salariales, en las que prevalece un franco desequilibrio: Como futbolista Blanco percibe a diario $137,510, aparte de primas y compensaciones por gol, por empate y por viáticos, según señala el portal “misalario.org”, en tanto una educadora del nivel Jardín que, en este caso particular, expuso su propia vida por cuidar a los pequeños, difícilmente ganaría en un año entero lo que este señor percibe en un solo día.
   ¿Cuál es el mensaje? ¿Cuáles las figuras que ponen en alto los valores a que aspiramos como sociedad? ¿Nos quedamos con los héroes que crea “la tele”, o nos inclinamos por las conductas probas que marcan un hito en la historia de la nación? La intrusión de los medios de comunicación va mucho más allá de la función para la que fueron creados, generando, entre otras cosas, figuras de relumbrón que se nos presentan como héroes.
   Tal parece que el futbol es “el circo” con que se cumple la premisa que reza: “Al pueblo pan y circo”, sin embargo, hay que decirlo, un circo demasiado costoso para un pueblo pobre. Aunque, según acaba de declarar Ernesto Cordero, pre-candidato presidencial por parte del blanquiazul, en otro de sus lamentables desatinos, México ya salió de la pobreza…
   La única verdad vigente, adaptando las palabras de Juvenal a nuestra realidad: “Al pueblo cada vez menos pan, el circo más caro, y chitón con los valores, calladitos, calladitos, que no hagan olas”.

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