domingo, 31 de agosto de 2014

Fragmento del texto "El Perrito" de Chico Sánchez

Desde el cruce observo la escena. El perrito intenta llamar la atención de las personas, pero es la hora del fútbol y las personas que hay en el bar observan la caja cuadrada. No hablan entre ellos, sus gestos son de tensión, sus caras están serias, beben y gritan. La televisión parece ser un agujero negro que les quita la energía, sus cuellos inclinados, sus cabezas agachadas, sus cuerpos en tensión, sus brazos dejados caer en las mesas. Nadie sonríe con alegría. En lugar de un partido parece un funeral.

El perrito en vano intenta llamar su atención. Les ladra cariñosamente, se tira al suelo boca abajo, intenta mostrarles que es amistoso, pero el pobre no tiene éxito. Nadie lo ve, es la hora del fútbol y ellos ni siquiera se ven unos a otros. Uno de los más fanáticos da un grito y golpea con fuerza la barra del bar, el perrito se aleja asustado.

Esta persona parece que ha perdido la cabeza, minutos después, acompañado por dos personas, el personaje deja el bar. Va enfadado y muy borracho, le cuesta mantener la coordinación y el equilibrio. Su cuerpo está encorvado. El perrito se les acerca y el borracho le tira una patada. Está tan borracho que casi se cae. El perrito se aleja corriendo y llorando y se mete debajo de un coche. Los tres borrachos se ríen, es una risa triste. Es la risa de los alcohólicos: una risa llena de una profunda tristeza.

Leer texto completo en: 
http://diarioobservador.blogspot.mx/2014/07/el-perrito.html

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