domingo, 1 de octubre de 2017

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


No hay duda, somos un país de gente que conserva el instinto de servir, de ayudar, que se compadece y apoya al desvalido. Pareciera que tiene que estremecerse la tierra para que se nos despierten estos sentimientos, pero finalmente sucede y nos sorprende gratamente a propios y extraños la forma en que acontece.

Igualmente, se despiertan otros sentimientos, y se mueve gente en otras direcciones. Crisol de emociones en el que nos advertimos con todo el potencial que tenemos de ser solidarios, humanitarios, compasivos.

Vale la pena conservar estas imágenes,  vale la pena ensalzarlas, que nos incentiven a seguir siendo un pueblo unido, a dejar de ser influidos por la costumbre de hacer de todo una novela cursi, en la que se caen en excesos de alabanzas, donde se fabrican héroes que se convierten en estrellas de la televisión, cuando hay miles de personas que siguen en el anonimato, cuando hay tanto que dar a conocer por los medios de comunicación en pro de tanta gente necesitada de ayuda.

Nos han hecho pueblo telenovelero, lo cual no nos permite ser objetivos, analíticos, realistas de modo que podamos discernir con buen criterio sobre los acontecimientos. Seguimos manipulados por los medios, en una buena parte, sin siquiera advertirlo.Ya basta de hacer protagónicos a una perra, un soldado y a una niña que nunca existió bajo los escombros, ya basta de que hagamos de esto una novela barata.

Seamos seres pensantes, los mexicanos somos tan solo humanos, no tenemos genes de seres extraordinarios, lo extraordinario es que estamos descubriendo nuestras capacidades y dejando de lado ese sentimiento de minusvalía que nos impide reconocer todas nuestras aptitudes, que no son pocas. Estemos a la altura de nuestra realidad, impidamos ser víctimas de aquellos que pretender convertir este suceso catastrófico en un "reality show".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario