domingo, 23 de noviembre de 2025

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Vamos siendo en la vida lo que la genética, epigenética y circunstancias modelan en nosotros. A través del tiempo, de las experiencias vividas, nuestro entorno familiar, social, escolar, nos va dejando cinceladas en cerebro y corazón para ir esculpiendo una personalidad, un carácter, que a través de distintas experiencias, emociones, de enseñanzas o imposiciones conforma la estructura de ese personaje multifacético en el que nos vamos convirtiendo y que se transforma a veces imperceptiblemente para nosotros mismos. Nuestra capacidad de adaptarnos a distintas situaciones, a pérdidas, a logros y fracasos, a ser aceptados o rechazados, nos permite tolerar las embestidas de la vida sin que la frustración nos hunda en profunda depresión o por el contrario, nos convierta en personas soberbias, con orgullo malentendido que no valora más que sus propios logros.

En lo personal yo tengo la fortuna de haber tenido dos etapas de mi vida en lugares distintos, con distintas personas y en ámbitos totalmente diferentes, y poder decir que en ambos he sido feliz.
He encontrado pertenencia en ambos lugares, me he sentido cajemense sin perder el orgullo de haber nacido en Chihuahua, Dos ciudades,, donde se me ha ofrecido en cada etapa de mi residencia en ellos, la oportunidad para lograr mis metas, para encontrar personas maravillosas que me rodearon de cariño, creando un entorno idea para mi desarrollo personal, familiar y profesional,.

¿Quién soy y cómo soy? finalmente no es mi descripción la real, tengo tantas identidades como las percepciones que la gente tenga de mí, lo único que deseo es que se haya encontrado en mi intención la buena fe y el amor que llevan mis acciones, aunque a veces mis palabras o actitudes sean equivocadas o malentendidas, nunca lo son malintencionadas.

Aún sigo en una tercera etapa, regresando a mi tierra natal en donde reintegrarme a mi familia, a mis amistades de niñez y juventud, me permite reafirmar que en esta vida no se tiene que ir en pos de la felicidad, sino en saber encontrarla en los pequeños detalles, en la gracia enorme de poder cada día recibir una señal de que estás vivo, de recibir y dar amor, de tener un ambiente fraterno que te cobija, que te hace saber que no estás solo, en poder sentirte útil y al mismo tiempo tener el invaluable apoyo de quienes te quieren cuando más lo necesitas.

Somos lo que la vida va forjando en nuestro espíritu, somos uno para nosotros mismos y otro para aquellos que nos rodean. Lo deseable es que sean más las coincidencias que las diferencias.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario