domingo, 1 de febrero de 2015

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


"El que no arriesga no gana", he oído tantas veces esa frase, en ocasiones ha sido incentivo para lanzarme a conquistas que han valido mucho la pena.

Finalmente cada día es un riesgo y correrlo siempre trae una o más ganancias.

Pero para todo hay límites y para arriesgar también debe haberlos. Siempre preguntarnos si vale la pena el riesgo, si lo que se pone en riesgo se pierde es recuperable, reemplazable o quizá hasta despreciable.

Cada riesgo que tomamos en la vida voluntariamente, porque habrá algunos que ni siquiera hayamos hecho conscientes, merece una reflexión.

A veces se pierde lo mucho por poco, y otras por nada, y habremos entonces quedado en un vacío que difícilmente se puede llenar. En el aspecto material es más fácil el reemplazo, en lo emocional a veces la devastación espiritual que deja un riesgo mal tomado tarda mucho en repararse, o bien termina siendo nuestro acompañante de por vida.

¿A que me arriesgo?¿por quién me arriesgo?¿qué es lo que arriesgo?, y ¿qué sucede si no gano al arriesgarme?... Saber a quién arriesgo conmigo y los efectos colaterales de mi audacia.

No siempre hay que arriesgarse para ganar, a veces hay que tan solo valorar lo que ya se tiene ganado,y no desear aquello que muchas veces resulta tan solo un espejismo que nos lleva a tomar riesgos innecesarios.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario