domingo, 9 de junio de 2019

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Solo se nace y se muere una vez en la vida sin embargo la vida nos da una o más ocasiones de renacer. 

Habremos de experimentar que se nos va la vida en más de una ocasión, quizá podamos llegar a sentir que morimos de amor, que morimos de pena, que nos morimos de dolor y muchos de nosotros habremos de experimentar físicamente el haber estado al filo de la muerte. 

Tendremos también la gracia de poder renacer, de sentir que nos vuelve la vida, que cuando todo parecía terminar, se nos presenta un nuevo inicio.

Reconstruir aún sobre las ruinas, resurgir ante la peor de las adversidades. Volver a armarnos cuando fuimos derrumbados por el golpeteo de una ola de este mar furioso en que a veces se convierte la vida, esta vida que nos arranca de tajo nuestra embarcación. O cuando no nos ha quedado otra que quemar las naves para vencer el reto de una nueva etapa, porque volver atrás es regresar a un destino  indeseado. Uno del que decidimos salir por conquistar uno mejor, o porque definitivamente ya había concluido en él nuestra misión.

Estamos hechos para soportar, para adaptarnos, para reciclar el dolor y convertirlo en material sentimental útil, que nos permita fortalecer la voluntad y reinventarnos una y otra vez. 

Somos reparables, poseemos un espíritu que se crece ante el infortunio y que nos impulsa a seguir,  cuya fortaleza es mayor que el frágil envase que lo contiene.

Nacemos y morimos solo una vez, sin embargo experimentaremos alguna o más veces en nuestro existir, que --sin morir-- se nos ha dado una nueva oportunidad de recuperar la vida. Esa vida que sentíamos extinguir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario