domingo, 21 de agosto de 2022

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

VELETA EDUCATIVA

Las novedades de esta semana en educación destacan dos cambios sustanciales: El primero es colocar a la cabeza del sistema educativo del país a una mujer cuyo mérito es la lealtad a la 4T. En su currículo no tiene grados o puestos que garanticen que su papel va a ser trascendente. Como ya ha ocurrido con otros nombramientos, se tiene la impresión de que será un personaje en el que el primer mandatario delegará su sentir y su voluntad, nada más. El segundo cambio, quizá el más preocupante, es la modificación del sistema educativo básico hasta medio superior. Hasta donde se esboza en estos momentos, si el alumno asiste o no lo hace, tendrá un pase automático y se eliminan las calificaciones reprobatorias.


Así planteado quiero suponer que se hace para no llevar a sentir mal a quienes sacan menor calificación que otros. Es una cara paternalista de esta iniciativa. No obstante, está dejando de verse la otra cara de la moneda: la forma como se subestima o hasta se ignora el esfuerzo de quien le pone todas las ganas del mundo por destacar. Y aquí, hay que decirlo, querer escalar posiciones dentro del salón de clases con base a méritos propios, no hace a un alumno corrupto ni elitista. Simplemente se incorpora a un sistema socioeconómico que rige al mundo, en el cual los individuos y las organizaciones se miden con base en resultados. No es de justicia social detener o bloquear el avance de quienes más van logrando, por impulsar a quienes van en las últimas posiciones. Ese no es un sistema inteligente para avanzar como nación.

Retomaba algunas lecturas de Paulo Freire con relación al proceso educativo. Proveniente de la clase media en Brasil, él vivió en carne propia los resultados deletéreos de un sistema de educación impositivo, que buscaba todo menos la capacitación individual del estudiante. Poco a poco fue conociendo el sistema, analizando las razones de su existencia y proponiendo modificaciones que ayudaran al alumno a adquirir capacidades suficientes para desenvolverse, tanto en el campo laboral y el intelectual, como en el mundo más allá de las fronteras de su país.

Las modificaciones propuestas por las 4T podrán tener las mejores intenciones, pero no son funcionales. Para que México avance necesitamos interactuar con países de primer mundo, capitalistas, sí, pero que llevan la voz cantante con respecto a la economía mundial. No podemos considerar que el retroceso al sistema de trueque con pequeños países centroamericanos o caribeños nos lleve a detonar el desarrollo que México necesita. Los avances científicos y tecnológicos en el orbe tienen otro nivel, y a nosotros nos corresponde colocarnos a la altura de los que más. Necesitamos desechar esas etiquetas que no hacen más que limitarnos en nuestra interacción industrial y económica, para inyectar a nuestro país los recursos de primera mano que está necesitando.

Dentro de sus profundos tratados sobre Educación, Freire orienta el método a crear un sistema que ayude al educando a ser crítico de su realidad, así como a valorar su vivencia como algo provisto de valor propio. En ningún momento ve al alumno como un elemento inferior a las figuras magisteriales. Todo lo contrario, lo llama a crecer y liberase.

En otro apartado habla sobre el proceso de humanización del oprimido. Pugna porque se logre el reconocimiento pleno de los derechos de los educandos para lograr una sociedad equitativa y justa, con plenitud de oportunidades para todos.

Hay una frase de Bill Gates que, en momentos como el que comentamos, acude a mi mente: “La vida no es justa”. Podemos tamizar a través suyo cualquier situación personal, familiar o laboral que queramos, y llegaremos a la misma conclusión: No es justa pero así es, y de este modo tenemos que capotearla, aprender a salir adelante de los obstáculos y hacer de ella nuestra parcela desde donde sacar lo mejor día con día. O como dice algún refrán popular: “No pidamos una buena vida para nuestros hijos; pidamos unos buenos hijos para enfrentar la vida”.

Que la autoridad nos trate como incompetentes y busque darnos oportunidades extra, es una forma de sobajarnos. Si a través del tiempo se han diseñado programas educativos para las grandes mayorías y han funcionado, no implica que ahora se bajen sus niveles para ver por los que se están quedando atrás. Lo sensato sería emprender un modelo diagnóstico para saber dónde estamos parados después de la pandemia; detectar necesidades particulares y actuar sobre ellas. No es detener a todo el banco de salmones que nadan contracorriente por llegar a su destino, para emparejarlos con los rezagados.

La veleta educativa debe ir encaminada en una sola dirección: Hacia el progreso. Los paternalismos no apuestan a favor del avance.

3 comentarios:

  1. Excelente análisis Dra, pero triste realidad. Nos toca a nosotros como padres hacer mejor nuestra función de educar a nuestros hijos y despertarles el sentido de superación. Con esa reforma se conduce a retroceso. Saludos Dra.

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  2. Pero este gobierno siempre ha ido en sentido contrario al desarrollo y al progreso … y cuidado y le exijas calidad , te tacharán de clasismo y racismo

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  3. Cuanta razon en tu escrito!
    Muchas felicidades mi Carmen querida. Que pena que personas como tu, no puedan dirigir la educación en nuestro Mexico, que con este gobierno nuestros niños, que no tienen manera de ir a un particular, se les este adroctinando en una manera tan nefasta. Y que no se puedan manifestar, pues es lo que hay. Que pena caray!
    Te felicito por ser la persona que eres y irgullosa de ser tu amiga!!!

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