domingo, 4 de junio de 2023

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Dicen que se cosecha lo que se siembra, pero quien sabe si fuimos muy afortunados de encontrar tierras tan fértiles que sin apenas sentirlo y justo cuando lo requerimos, brotan milagrosamente las bondades que mitigan las penas más amargas.

El amor y la amistad aparecen y nos brindan el sustento diario para poder lidiar las batallas mas rudas a las que la vida nos enfrenta, Lo mejor de esta agricultura espiritual, es que ni siquiera hemos sentido fatiga de haberlo hecho, porque la misma tarea es tan gratificante, que hemos sembrado recibiendo desde un principio la sensación de bienestar de sentirnos amados, de poder dar, de sabernos útiles, de desprendernos de algo que inmediatamente nos recompensa:

El amor y la amistad, esa siembra que da frutos desde el momento en que echamos la semilla al ras del suelo sin intereses mezquinos, basados en la limpieza de un sentimiento que brota espontáneo, que por si mismo es ya fruto que alimenta.

Gracias a Dios mi cosecha ha rebasado cualquier expectativa, mi tierra luce cual valle fecundo donde la amistad verdadera, leal, desinteresada me provee de la fuerza que sostiene mayormente mi fe, que me alienta, que me reconforta y me da la convicción que el valor de la amistad y el amor subsisten, y que sigo teniendo la fortuna de encontrarlos en tanta gente que está a mi alrededor.

¡Gracias vida! ¡Gracias Dios!

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