domingo, 13 de abril de 2025

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


La autoestima es fundamental para permitirnos ser felices, reconocernos y apreciar lo que percibimos de nosotros mismos. Esto es algo satisfactorio, para darnos equilibrio emocional. Difícil es hacerlo en la justa medida, en donde reconozcamos nuestras virtudes y defectos, sin que sobreestimemos los primeros, ni los segundos nos lleven a la auto devaluación. 

Debemos aprender a querernos tal y como somos, pero no caer en el amor desmedido que impide reconocernos de forma realista y nos lleva a sentirnos seres superiores, prepotentes, a los que se les dificultan las relaciones humanas, porque no hay quien alcance su nivel,. Personas a las cuales nada se les pueda decir que no sepan, ni corregir fallas, porque simple y sencillamente no las tienen. Siempre verán en los demás los errores y sentirán que tienen la solución a los problemas ajenos, pero no admitirán consejo, porque definitivamente consideran que no los necesitan. 

La línea es muy delgada en esto de apreciarnos y sobreestimarnos, perder el juicio y crítica sobre nosotros mismos es tan fácil, como fácil es criticar y enjuiciar a los demás. La soberbia llega a ser un sentimiento que nos impide recibir y dar afecto, nos coloca en un lugar que solo nosotros nos hemos asignado, y ver desde ahí a los demás hace que nunca sintamos realmente a nadie a nuestra altura.

Ensoberbecernos suena tan difícil, como difícil es entender a una persona cuya vanidad le llega a hacer perder de vista, la naturaleza vulnerable y frágil del ser humano, cuya mayor fortaleza espiritual es la humildad

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