No hay nada como el buen humor y el mexicano se pinta solo para eso.
Un amigo mío al que yo visitaba pensando encontrar abatido, apesadumbrado por lo difícil de lo que yo esperaba estaba siendo su enfermedad, me dice: Pues con la novedad de que seguiré en quimioterapia; la primera vez ni el pelo se me cayó, pero al parecer la que debo seguir si me causará pérdida del pelo.
Yo ya iba a empezar a buscar como consolarlo, a decirle que era temporal, que todo fuera como eso, pero no me dio ni tiempo; se sonrió, con una sonrisa franca de verdad, nada aparente, y me dice: Siempre quise raparme y mi esposa no me dejaba porque estaba muy gordo y no me iba a ver bien, ahora que he perdido tanto peso, ¡por fin se me va a hacer!
Tu vida es tan trágica como la quieras hacer, pero darle un toque de comedia ¡créanme que en buena parte el dolor remedia!

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