domingo, 16 de febrero de 2014

La columna de Luferni (Padre Luis Fernando Nieto)



LA REFORMA ÍNTIMA Y PERSONAL

Dice la gente que le sobra mes cuando ya se acabó el ingreso.

Y ya se reporta aumento de la cartera vencida. Los retrasos en los pagos se acrecientan junto con los intereses. El aumento recurrente en el precio de la gasolina ha sido la palanca que
ha levantado la mítica canasta. reducida ya a un cestillo insignificante..

La tan cacareada cuesta de enero ya costó y no se ve que el breve febrero cueste menos. Los pellizcos mayúsculos de las nuevas imposiciones estrechan el margen de disponibilidad para las exprimidas economías domésticas.

Los que reciben más también se quejan porque ven disminuídos sus acostumbrados márgenes de utilidad. Todo mundo quiere que sea pareja la carga de contribución. Se ve que se les pide más a los que pagan y los que no lo hacen no son urgidos. La gente reclama porque sube la contribución y no disminuye la corrupción.

 Ya el lenguaje es de millonadas y por eso transparencia y rendición de cuentas son exigencias crecientes.
Los sueldos estratosféricos y el cúmulo de rebanadas adicionales de los servidores públicos no parecen haber tenido reforma en la reforma. Hay ascenso de presupuesto de gastos hacia un nivel máximo mientras el salario sigue haciendo honor a su nombre por su mínimo poder adquisitivo.

Flotan informaciones de pronósticos triunfalistas. Parece que toda la población debiera prepararse otra vez a “administrar la abundancia”. Y no se revisan los modelos y los sistemas productores de desigualdad y concentradores de ingreso en minorías.

Si hay inconformidades con las leyes promulgadas hay también temor de que las letras chiquitas de las leyes secundarias no tengan la suficiente sagacidad para proteger los intereses nacionales.

El tsunami reformador que incluye lo político, lo fiscal,lo energético, lo económico, lo educativo y lo comunicativo tendrá que encontrar cauces muy pronto para evitar que el mucho abarcar impida el apretón necesario. No aparece el amanecer tempranero del bienestar común, a pesar del mucho madrugar legislativo.

Hay planes para la engorda pero las vacas siguen flacas. Que las leyes se conozcan, se interpreten bien, se apliquen justamente y se sancionen las infracciones evitando impuridades es un largo proceso frecuentemente interrumpido.En un pueblo de reyes no siempre bastan las leyes.

La contemplación del modelo ideal por todos los posibles beneficiarios es una actitud que no puede omitirse si se busca una participación generalizada. La reforma legal no parece viable sin reforma moral. No funciona la técnica sin ética. No es posible hacer funcionar estructuras nuevas solo con leyes nuevas. Se requieren hombres y mujeres nuevos, con nueva conciencia y nueva actitud, en una íntima reforma personal…

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