domingo, 2 de agosto de 2015

Carta de amor a Saint-Exupéry de su esposa Consuelo


Finales de diciembre de 1944

Aunque me vaya muy lejos, en tren, en avión, bajo el mar o por tierra, siento que nunca podría llegar hasta ti.

Toño, Toñito, mi hombre, mi hijo, mi campana, siento que cuando tocan las campanas no puedo respirar. He crecido vigilando el oleaje que te traerá de vuelta.

Yo caigo con las hojas, con la lluvia, con mi falda de fiesta. No puedo caminar a fuerzas para esperar el momento donde vuelva a ver tus ojos, redondos como las flores.

¿No ves que no puedo regar el árbol de navidad para hacerlo crecer? Mi marido de las estrellas, tengo pies demasiado pequeños y manos demasiado pequeñas, tienes que volver para ayudarme.

No sé cómo anduve desde mi infancia hasta este momento. Mi vida fue un gran vértigo. Ahora tengo el pelo gris, tengo tantas lágrimas en mi boca que serían suficientes para beber toda mi vida. ¿Por qué Toño, mi Toño, mi marido, mi mal y mi bien, mi cielo y mi infierno, te fuiste para no volver? No lo puedo creer, no lo quiero saber, partiste en tu avión, el 31 de julio en una misión de guerra y no has vuelto. No hay noticias tuyas y va a terminar el año. Tengo que aceptarlo, y si lo acepto, será para amarte más. ¡Cómo te habría amado si hubieras vuelto! ¡Como tú habrías hecho lo mismo por mí!

Señor de la corona de espinas, arráncame el corazón para que no me haga más daño. Tú sabes que Toño es todo para mí. Sin él, no soy nada. En la mesa de mi habitación del hotel, tengo un libro suyo, su fotografía con su chaqueta de cuero de soldado y sus finas manos varoniles como alas, y su barba crecida con mis lágrimas.

Señor grande y misericordioso, te doy mi pena y mi dolor. Padre mío, ayúdame. No tengo a nadie para amar, para esperar, para entregarme en abrazos. Mi casa se ha vuelto pequeña, sólo mi ventana sigue abierta para permitir que entre el cielo a donde él se fue volando para no regresar.

Regrésamelo, Padre, te lo ruego, haz un milagro. Si me lo traes en tu bondad amorosa, yo lo peinaré, lo bañaré, lo besaré, y juntos iremos hacia Ti.

Traducción y edición: Eréndira Ovalle y M.C. Maqueo.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario