domingo, 29 de enero de 2017

Reflexión de Héctor Romero-Lecanda



Fotografía tomada por el dron del municipio de Piedras Negras.
Tengo toda mi vida de ver puentes en lugar de muros entre los dos Laredos. De vivir en una(s) ciudad(es) donde se pierden los bordes, los borders y las fronteras. He sido un poco de aquí y de allá. Ir "al otro lado" me es algo natural y cotidiano. Nací en tierra mexicana y estudié en suelo tejano. Crecí tomando leche Bordens, yendo a comer a la cafetería del centro o a pasear al mall.

Por años conviví con gringos y tex mex que cruzaban a pie para comprar del "otro lado", el mexicano, los aguacates en la Frutería González o las curios en la tienda Martís, tomar sus margaritas en el mercado o cenar en el Cadillac Bar.

Los dos Laredos, el de Texas y el de Tamaulipas siempre se han ufanado de ser ciudades hermanas con el Río Bravo-Río Grande como testigo. Ciudades donde igual celebramos con un simbólico abrazo a mitad del puente el cumpleaños de George Washington, que disfrutamos de las fiestas patrias o la feria de Expomex.

Ser y sentirse fronterizo es más, mucho más que lidiar con visas y pasaportes o filas en los puentes. Es una forma de vida, Sr. Trump. Es mi identidad.

Yo, con o sin muros, como miles de mexicanos, seguiré construyendo puentes para abrazar a los nuestros, para fortalecer hoy más que nunca esos lazos entre las familias y los amigos.

Lo cultural es más fuerte que cualquier muralla. ¡Resistir y hacer!


"Let's build bridges,not walls" leyenda en  la portada del Fb de Héctor Romero-Lecanda, quien por primera vez visita este blog con una propuesta muy valiosa. Gestor cultural y comunicador nacido en  la frontera  tamaulipeca, con base en sus vivencias como fronterizo sostiene  que ningún muro podrá  romper los firmes lazos que siempre han unido tierras hermanas.


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