domingo, 21 de mayo de 2017

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



La modernidad ha ido simplificando las labores diarias en casi todos los aspectos. Me encanta saber que me tocó la época de los pañales desechables,(con todo lo que conlleva desde el punto de vista ecológico), el microondas, el celular, la computadora, en fin todo aquello que hace nos hace menos pesada la rutina diaria.

Pero hay cosas que por el contrario ya entrañan tal complejidad, que a mi parecer, complican la existencia.Por ejemplo, invitar a las amigas a tomar un café en casa, es toda una odisea. Ya no se trata tan solo de poner la cafetera el azúcar y una leche, para las que lo deseen, a lo más que llegaba la complejidad era a usar una cafetera, pero incluso yo recuerdo a mi madre, preparando un café instántaneo para sus amigas Nada del otro mundo, y en un tris tras y además económicamente uno tenía una tarde de cafecito con amigas, sin que se requiriera esfuerzo alguno, solo disponer del tiempo.
Ahora, hay que seguir buscando coincidir en los tiempos que cada una de las amigas tienen disponible, pero además hay que tener un repertorio de cafés: el descafeinado, el normal, el chai,uno de leches: entera, light, deslactosada. de almendras. Para endulzar debes tener mínimo, azúcar morena, miel de agave, splenda, stevia.

Cada quien tendrá una combinación distinta de los ingredientes para preparar su café. bebida que cada vez resulta más difícil estandarizar. Solo pensarlo ya se convierte en toda una faena, termina uno decidiendo por verse en un café donde se encuentren todas estas modalidades, o levantar un pedido a las asistentes e ir por ellos y traerlos a casa. o bien por hacerse de esa sofisticada cafetera maravillosa y las cápsulas individuales para elegir el café que se prefiera, nada económico por cierto.

¿Un cafecito?, invitación que no se puede hacer tan a la ligera.

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