domingo, 10 de septiembre de 2017

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza



EL VALOR DE LAS PEQUEÑAS COSAS

Las pequeñas cosas del camino, esas que pasamos por alto en nuestra vida cotidiana, adquieren un valor extraordinario en tiempos de crisis.

Un trago de agua puede significar  la diferencia entre la vida y la muerte para un caminante en medio del desierto.

Esa sonrisa que se regala nada más porque sí, llega a cambiar las intenciones de un suicida en potencia.

El perdón concedido a quien nos ha hecho un daño se convierte en bálsamo para el alma de ambos, el que da y el que  recibe.

Los pequeños gestos marcan la vida de un niño, sobre todo los que vienen  de sus padres. Él puede sentir aprobación o rechazo; entender que vale mucho o que no vale nada.

Si un padre supiera el impacto de sus pequeños gestos en los hijos, se miraría más seguido en el espejo de la autocrítica.

El mejor abono para el amor son esos pequeños detalles con  que los amantes se sorprenden uno a otro, y que refuerzan la raíz del sentimiento mutuo.

Son esas pequeñas cosas como las letras en las páginas de un libro, capaces de formar cualquier palabra, cualquier frase, y así  marcar el destino de quien posa sus ojos en ellas.

...Como las gotas de lluvia. Cada una aislada de las demás es poca cosa.  En cambio cuando las gotas se unen para formar caudales, son capaces de cambiar la geografía del mundo.



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