domingo, 27 de mayo de 2018

CONFETI DE LETRAS dignidad



Vivir con dignidad, aprendizaje que se imprime desde la niñez a través del ejemplo, de la palabra. de la congruencia entre los que nos educan. Reconocer las ganancias que esto conlleva, la tranquilidad de una conciencia, la armonía entre nuestro cerebro y nuestro corazón, la estabilidad emocional que impide reproches a la conciencia, por lo menos los reduce de manera importante. 

Ser dignos, sin aceptar en nosotros un resquicio de mezquindad, siendo capaces de recuperar nuestra dignidad si alguna vez no supimos mantenerla, hacer de ella escudo que nos defienda de convertirnos en seres deshonestos o perversos, sin pretensión de ser galardonados por poseerla, por cultivarla, con la única aspiración de que sea ancla que nos permita siempre llegar a amarrar nuestra embarcación e impedir que vaya a la deriva, aun en medio de las más grandes tempestades.

Dignamente recorrer el mundo, para dejar huella que valga la pena seguir, hacer y decir en la misma sintonía, en cada acción la buena voluntad, en cada propósito la búsqueda de un bien, en cada afecto una propuesta de solidaridad, de fidelidad y lealtad,

En nuestro quehacer diario, que la dignidad sea rutina, que nos mantenga el alma pacífica, la mente clara, que nos impida acumular vergüenzas, remordimientos, reclamos de la conciencia, que por más que se trate de acallar, gritará más alto que la mejor de nuestras justificaciones.

Por pequeños que sean los logros en nuestra vida, el obtenerlos con dignidad, los engrandecerá, Ejemplo y herencia que vale la pena dejar a aquellos que en este camino por la vida vienen detrás.

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