domingo, 30 de septiembre de 2018

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza

TLATELOLCO A 50 AÑOS
Memorias que nunca han de morir.
Esperanzas rotas.
Vidas  arrancadas
de la faz de la tierra
          como  yerbajo
por la hoz inclemente
de un gobierno.

Así es Tlatelolco
medio siglo después,  
la sal en la herida,
el grito ahogado,
el dolor a cuestas,
la máxima injusticia.
Una herencia
de honor
sobre los hombros
que el paso del tiempo
no perdona.

“2 de octubre no se olvida”.
Va en la sangre, en el clamor,
en la manta, en el canto.
Va en la tinta nuestra
de cada día,
porque así debe ser.
Como surco abierto, vientre
ansioso de acoger
las simientes del cambio.
Como esperanza joven
que se niega a morir
bajo el yugo poderoso
del olvido oficial.

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