domingo, 20 de enero de 2019

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Cuando uno ha recibido amor siempre, se vuelve sensible a él, lo reconoce, lo percibe fácilmente sin que sea necesario que  se le exprese verbalmente. Hay una quimiotaxis que nos lleva a él. Se convierte en una necesidad de sentirlo, de expresarlo, de compartirlo; es fuerza que impulsa a vivir, que nos da la mejor perspectiva de este mundo. 
      Pareciera imposible que alguien no reconociera las bondades del amor, pero hay personas que no han sido tan afortunadas, que han sufrido la indiferencia, el rechazo. Tal vez han sido maltratadas, mantenido relaciones tóxicas que les han transformado en gente insegura, que no cree en que se les pueda amar sinceramente.  Personas que han perdido la confianza en los demás y en si mismos, y cuando se les presenta la oportunidad de tener un amor verdadero, no son capaces de reconocerlo, ni mantenerlo. Al corresponderlo lo hacen a medias, si lo hacen. El miedo a ser defraudados les impide mantener una relación satisfactoria en cualquier ámbito.
     Ni siquiera logran identificar que el mal radica en ellos, haciendo a los demás responsables de su incapacidad de amar.
     Incomprendidos, o a veces comprendidos pero no tolerados, estos individuos requieren de personas que los amen intensamente, tolerantes, comprensivas, dispuestas a incidir en un corazón, como la gota de agua que horada la roca, hasta lograr entrar en ella. 
     En esta vida, hay gente de una y otra naturaleza, lo mejor de todo es que un día se encuentren, y que el amor sea bálsamo que cura, balsa segura que impida naufragios, oasis en un desierto emocional. 
     Reconocer el amor, vivir en el amor, es dejarse guiar por el más humano de los sentimientos y encontrar en esta vida la esencia que nutre el alma, que enaltece el espíritu.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario