domingo, 21 de julio de 2019

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Dicen que nadie se va de esta vida sin pagar las que debe. He probado y comprobado que eso no es del todo cierto, y si bien es cierto  que el que nada debe nada teme, unos la pagan sin deberla ni temerla.

Habremos de ser testigos de injusticias, de castigos inmerecidos, así como de reconocimientos a quienes realmente no merecen tenerlos. 

Se pagan errores ajenos, se recibe amor inmerecido. Esto no es un toma y daca, a veces nuestra entrega no tendra reciprocidad, y todavía más que eso, será correspondida con desdeño y resentimiento. 

"Amor con amor se paga", tampoco resulta cierto. En el amar va implícito el no esperar recompensa mas allá de la que ya de por sí da el sentirnos capaces de amar. 

Difícil, muy difícil este arte de amar, de dar, de no esperar nada a cambio, y menos de tener que resignarse a que nuestro cariño sea menospreciado y malagradecido. Pero ¿quién en su historia de vida, no tendrá que ser protagonista de un episodio así?

No es justa la vida, pero vida es saber entretejer desilusiones con esperanzas;  valorar lo que recibimos y no  lo que se nos niega. Es no sufrir por aquello que no es consecuencia de nuestra conducta, sino de percepciones personales ajenas. Cada quien a su criterio, según su perspectiva hará un juicio en el cual muchas veces ni siquiera tendremos la oportunidad de defendernos, y el intentarlo solo nos desgastaría inútilmente.

Vamos siguiendo nuestra voz interior, vamos dejando que el corazón nos mueva, a veces en contra de la razón, pero sin permitir que nuestra pasión por vivir, nos convierta en víctimas, sino por el contrario en beneficiarios. 

Mientras sienta latir mi corazón, quedará en mí la satisfacción de haber dejado que mis sentimientos tuvieran autenticidad, sin llevar en ellos más propósito que lo que el mismo sentimiento significa

Llevo en mi alma solo alimento nutritivo. Desecho aquello que es basura sentimental que contamina mi espíritu. No pagaré todas las que debo, pero he pagado sin deberlo ni temerlo;  he sido responsable, libre y generosa al amar, y si bien puede que a veces he sentido que he sido tratada injustamente, tiendo a reincidir.No es masoquismo, es tan solo seguir arriesgando el corazón por la maravillosa sensación de vibrar, de tener la gran satisfacción de dar, y a veces hasta de ser correspondida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario