Cuando amanece, con el mar en calma
Comienzo a construir castillos de arena
con mis palabras.
Ahí habrán de vivir
historias navegantes
que el viento me ha venido a dejar entre susurros.
¿Qué tiempo quedarán en pie? Eso no importa
Tal vez hasta el ocaso, cuando el
mar se crece
Tal vez cuando una ola encrespada
los corone
Tal vez sucumban al paso de algunos andariegos.
La soledad va tejiendo caminos en el aire.
Historias inquietas como mariposas que hablan al oído
me acompañan. Tal vez a media tarde se nos una
algún vagabundo perro enflaquecido que detiene su paso
para hacernos fiestas
moviendo la cola como rehilete.
La sencillez me va. Con ella aprendo a ser una
con todo lo demás.
Es mi ensayo cotidiano de muerte: Hoy ser,
mañana deshacerme.
Cualquier tarde serena, cuando el sol inflama
el filo de la mar, hasta perderse
en la vasta inmensidad del todo o de la nada.
La sencillez me va. Con ella aprendo a ser una
con todo lo demás.
Es mi ensayo cotidiano de muerte: Hoy ser,
mañana deshacerme.
Cualquier tarde serena, cuando el sol inflama
el filo de la mar, hasta perderse
en la vasta inmensidad del todo o de la nada.
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