domingo, 8 de noviembre de 2020

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez




Se nos dio una sola vida, esta terrenal que es la que me consta y he vivido. Y a lo largo del camino se me ha dicho que tan solo vamos de paso, y es el incentivo entonces que al morir por fin tendremos la verdadera vida, la vida eterna.
     Entonces bajo esa promesa, como el premio que se ofrece a un niño para que se porte bien, se supone que buscamos con buena conducta aqui, ese obsequio merecer.
     Pero tenemos además, una oportunidad enorme, con tan solo arrepentirnos antes de llegar la hora de la despedida final, como por obra de magia se borrará todo pecado, y al igual que aquél que se esforzó siempre por llevar una vida impecable, tendremos accesso al cielo, y puede que hasta compartamos el mismo ascensor.
     Quizá sueno irreverente, pero creo que si no somos capaces de valorar esta vida que sabemos tan corta, si no cuidamos ni la propia, ni la del prójimo. Si en plena crisis somos capaces de actuar sin responsabilidad, sin conciencia social, sin solidaridad para con nuestros semejantes, para con el planeta, esa casa donde convivimos y que en vez de compartir nos la peleamos, la destruimos sin piedad.
     Unos pocos no pueden hacer el trabajo de todos, y las mayorías parecieran ajenas al dolor de los demás, si mucho, egoístas cuidando tan solo lo propio y a veces ni eso, porque en una actitud retadora, anteponen situaciones placenteras a aquéllas que preservan la vida, la salud.
     Quizá, no le damos importancia a esta vida porque aspiramos cuanto antes llegar a la eterna, donde se nos garantiza la felicidad, la certidumbre, y añoramos ese estado en el que hay paz y no se sabe del dolor. Pero me pregunto yo, si aquí que tenemos los contrastes y el aprendizaje se da en ellos, si aquí que podemos reconocer el bien, la alegría, el amor, la paz. Sabemos del mal, de la tristeza, del odio, de la guerra, no somos capaces de valorar nuestra existencia, ¿seremos entonces aptos a reconocer una vida eterna en la que no tendremos que hacer ningún esfuerzo para ser felices? Nunca lo gratuito se disfruta tanto, como aquello en lo que medió nuestro esfuerzo, y si esta vida es donde debemos acumular puntos buenos para llegar a ella, nos atenemos a un último perdón, me pregunto, si habremos merecido el premio, y si en verdad lo vamos a apreciar como tal.
     En esta vida hay que dar lo mejor de nosotros, por si acaso no hay más cuando llegue el final, y no tan solo por sentir que a cambio recibiremos un premio, hacer el bien lleva implícito la recompensa.
     Vivir en el amor y hacer de este mundo un paraíso terrenal, sin que nada ni nadie te condicione a serlo, solo tu sentido común y tu conciencia, ¿no sería ideal?


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