domingo, 30 de julio de 2023

COLABORACIÓN de Diana Esther Martínez Cárdenas

 Barbie, o la proliferación del rosa

Por Diana Esther Martínez Cárdenas

La autora es abogada de profesión, ávida lectora, escritora de ocasión, fotógrafa artística y fan del buen cine. Se integra al equipo de colaboradores del blog.

En los últimos días un extraño acontecimiento  ha invadido a la humanidad: la fiebre rosa, ocasionada por el estreno de la esperada película de la muñeca “Barbie”.

 Para las niñas que crecimos en la década de los ochenta, esta figura perfecta  femenina era nuestro referente principal, aparte de ser un objeto casi de lujo, ya que sus precios eran bastante elevados, recuerdo haber recibido la primera  como regalo de navidad de mi padrino de bautizo, la muñeca tenía unos leotardos azules y unos calentadores de colores.  La recuerdo perfectamente, porque era la imagen de la deportista de aerobics, la disciplina deportiva  tan de moda en aquella década de inflación y de novelas de Televisa. En esa época también tuve una Skipper, la hermanita pequeña de Barbie, aunque admito que la traté un poco mal, como a la “Barbie rarita” de la película, tal vez me la compraron porque era más económica.  Eran tiempos difíciles para las familias de clase media en nuestro país. Muchas expectativas tenía de  la película, lo admito, y aún no logro descifrar si me agradó o no. En resumen es un gran cóctel de nostalgia para las niñas de cualquier edad.

Encuentro interesante hacer dos separaciones: la de la recreación de muñecas, escenarios y predominio del color rosa, por supuesto, la cual es perfecta. Reflejan la vida de las Barbies tal y como las niñas de cualquier edad lo creíamos irrealizable, también la paleta de colores perfeccionada por el fotógrafo mexicano Rodrigo Prieto es magnífica. El paseo por la memoria está garantizado.

Y el otro tema es la trama. El guión pretende ser, o es, un manifiesto feminista en toda la extensión de la palabra, y existen muchas olas de feminismo al igual que tonalidades del color rosa, incluyendo el rosa mexicano, cortesía del cinefotógrafo.

La extrema derecha ha criticado su perspectiva de destrucción del patriarcado y la idea de la familia convencional, las comunidades nativas americanas han denunciado el uso de vocabulario ofensivo para ellas en los diálogos escritos precisamente por la directora de la película, Greta Gerwig, quien no se caracteriza por ser tradicionalista. Basta con revisar su filmografía con títulos como “Lady Bird” y la más reciente adaptación del clásico feminista de todos los tiempos “Mujercitas” en la cual hizo una gran labor de reinterpretación de los personajes.

Lo  interesante en este mundo rosa es el personaje azul, el de la verdadera crisis existencial por considerarse sin valor: Ken. Y es aquí donde entra mi duda personal, porque en realidad simpaticé con él, y entendí su lucha, lo   cual es curioso si estás viendo a Barbie como protagonista bonita y perfecta, líder de la energía femenina (como ella misma lo llama). ¿Soy  no feminista  por apoyar a Ken y su rebelión?  ¿O sólo soy una espectadora con una visión particular?

Creo fervientemente que todas y todos debemos ser tomados en cuenta, por eso Ken me cayó súper bien, al igual que su amigo Allan, el muñeco  ignorado por décadas en Barbieland, la tierra prometida de las muñecas donde ellas dominan. Aparte los diálogos tienden a tornarse un tanto confusos, más en la versión en español, ya que  hacen referencia a muchos tópicos de la cultura norteamericana, los cuales pueden resultarnos familiares  o no. También hay reflexiones  filosóficas un tanto controversiales para varios sectores.

En resumen, tiene muchos aciertos técnicos y nostálgicos, pero si tienen solo 70 pesos y deben elegir una película para ver, rescatando la tradición del buen cine, les sugiero ver  “Misión Imposible” que es fantástica, y esperen para ver Barbie en plataformas, la última palabra la tienen ustedes.

Saludos cinéfilas  y cinéfilos del  blog mundo.

                                                                 


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