martes, 8 de junio de 2010

MIS VITAMINAS: Desde Perú, Ảngel Gavidia.

Nací en Mollebamba, Santiago de Chuco, en 1953. Pasé mi infancia en un caserío que en el incario se llamó Cundurmarca. Era una pampa mágica poblada de pardelas extrañas, grillos de colores y retazos de pantano que temblaban, en donde alguna vez aterrizó un avión. Esa pampa, que en las tardes sabía ponerse intensamente sola, me tomó de la mano para garabatear mis primeros poemas y probablemente todos los demás. La poesía y la medicina batallan, no sé si irreconciliables, en mí, exigiéndome cada una su porción de vida y de sangre Finalmente, considero que un buen poema ha de tener dos características fundamentales: capacidad de síntesis y capacidad de sugerencia, además, obviamente, de ese oxígeno especial, que a modo del aire que insufla los huesos de las aves, predisponga al vuelo, al luminoso vuelo.

APUNTES SOBRE EL AGUA

1

DIALOGA el agua con la piedra

¡Y deja huella!

2

SOSPECHO que el agua con la piedra son hermanos

pero, como acontece, con distinto destino.

3

¿O es que el agua y la piedra

son las caras distintas de una misma moneda?

4

UN relincho ha mojado la mañana.

11

INTUYO que ese arroyo

tan limpio

tan peinado

con su morral de peces

no está yendo a la escuela.

13

LA luz y el agua

se dicen pocas cosas a menos que se encuentren en el cielo;

entonces,

polícromo,

perfecto,

brota un collar de esperma

que atardece

sin bulla ni premura

en la distancia

De “Libreta de apuntes”, publicado en Un gallinazo volando en la penumbra “


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