Es tiempo de cambiar al amor por AMOR
Confusión; menos matrimonios, más divorcios, más relaciones extra y prematrimoniales, más relaciones conflictivas. Vivimos en un continuo desgaste emocional y decimos que lo hacemos en nombre del amor…
¿Qué podemos ofrecer al mundo, si vivimos vacíos, esperando que alguien nos rescate de ese abismo y nos llene, para que luego se marche y nos deje más vacíos y sumidos en la desolación?
Es tiempo de reorientar al corazón, que dejemos los cuentos de hadas de niños y la fantasía de las películas y las novelas.
Entender que las bestias, los sapos y los ogros no se transforman en príncipes. Las dormilonas no se volverán más activas con un beso de amor, ni la dama de “compañía para hombres” se convierte en dama de sociedad, y mucho menos las Teresas se vuelven desinteresadas y buenas.
Es tiempo de abrir los ojos y decir basta a la ceguera, y a la locura del desamor disfrazado de un torrente de emociones desbocadas. Ya basta de soportar el tormento de tener a lado a una persona que nos hiere y a la que no dejamos pensando que nuestro amor la va cambiar… Basta ya de dormir con el enemigo.
Esto es la vida y no un cuento infantil donde, aunque todo este patas arriba, existe un “…y vivieron felices por siempre.” Si deseamos recoger momentos felices, basta de conformarnos con existir, permitiendo que el viento nos lleve a donde quiera; es momento de tomar el timón. Si deseamos el amor de un cuento de hadas, vivirlo al estilo adulto, pues ya no somos niños; ya no dirigen nuestra vida, ahora la dirigimos nosotros.
Buscando a ese príncipe o princesa de los cuentos de hadas, hallamos un camino lleno de desafíos y peligros, y a veces dolor para llegar al castillo y matar al dragón, pero sin burros ni escuderos, porque es un camino que sólo podemos transitar nosotros, ya que el camino es hacia nuestro interior. La única guía válida es mirar la realidad.
Es hora de ponernos la armadura de valor y el escudo de convicción y comenzar a recorrer el camino angosto del autoconocimiento y llegar al castillo de nuestros miedos. Matar a las sombras y fantasmas que arrojan por la boca todo lo que no hemos querido enfrentar. Es momento de escalar la torre más alta que es la de nuestra verdad, la de nuestra esencia real. Rescatar a nuestro amor propio y nuestra dignidad. Iniciar la metamorfosis y devolvernos la realeza interna, y salir con la bandera de quienes somos realmente.
Es tiempo de renunciar a querer ser magos; no tenemos el poder de cambiar a la gente. Hagamos lo que está a nuestro alcance, que es cambiar nuestra interpretación desvirtuada de lo concreto.
“Mi amor lo va cambiar…”, es una de las más grandes ironías que hay. ¿Cómo va a cambiar alguien con nuestro amor?, ¿de qué amor hablamos? Si el soportar a alguien que nos hiere emocional, psicológica, verbal o físicamente, evidencia que no nos amamos a nosotros mismos.
Es tiempo de romper esquemas, de rompernos a nosotros mismos si es necesario, pues frecuentemente nuestras emociones están hechas de material defectuoso, de accesorios bonitos pero huecos o frágiles. Necesitamos depurar los soportes que sostienen a nuestras emociones y reconstruirnos con material resistente, cargado de realismo, de amor propio y dignidad.
Es momento de hacerle una cirugía laser y darle un fármaco de razón a nuestro ciego y loco corazón El conocimiento de uno mismo libera y el amor propio es el único que nos trae la compañía de otro amor. El AMOR es el Arte del Encuentro.
Es tiempo de cambiar al amor por AMOR
¿Qué estás dispuesto a hacer por AMOR?
Lic. Iris Azarel Vázquez Cruz. Para Icono de agosto 2011.
Asociación de Psicología Humanista. Freedom.
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