domingo, 13 de enero de 2013

A RAJATABLA por Jorge Villegas

Joven de 90 años
La historia de Monterrey, ciudad centenaria, se nutre de una abigarrada colección de experiencias que van de lo heroico a lo pragmático.  De lo visionario a lo mezquino.
Es fácil distorsionar su imagen por falta de perspectiva de sus habitantes.  Exagerar sus malos ratos para reducirla a nido de delincuentes y ciudadanos apáticos.
Contar su historia con sentido, orden y visión generosa, ha sido la tarea formidable realizada por el maestro Israel Cavazos Garza en su larga y fecunda tarea como cronista de Monterrey y Guadalupe.
A sus noventa años de edad, el maestro Cavazos aún le toma el pulso y los signos vitales a una ciudad que creció impetuosa en derredor de él.  Y en medio de su mundanal ruido, él sigue escuchando a la ciudad niña que se arrulla con los montañeses del Álamo y despierta con el legendario silbato de Fundidora.
La obra de Cavazos, vasta y puntual, es el referente obligado para comprender las proezas nacionalistas de los empresarios, el tenaz esfuerzo de generaciones de trabajadores, de académicos y de líderes sociales.
Israel estaba ahí, pluma en ristre, cuando el río arrasaba sus laderas, cuando se edificaban los palacios y los templos.
Suya es la crónica fidedigna de las jornadas de fundación de Monterrey, de los ataques de los indios, del surgimiento de una clase media ejemplar en el país.
En sus 90 años Israel encarna la historia de su ciudad: Ciudad y hombre de destino.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario