domingo, 15 de diciembre de 2013

"Lecciones de otoño" por María del Carmen Maqueo Garza


La magia del momento:
Corren los vientos otoñales, se despliega frente a mis ojos una lluvia continua  de hojas amarillas que caen suavemente, sin estorbarse una a otra, y que conforme  descienden, y antes de tocar el suelo, giran cada una sobre sí misma, provocando un efecto óptico increíble.
   Más al rato las observo rodar todas juntas sobre el asfalto, como corriendo en grupo,  formando todas ellas una alfombra de tonos amarillos cambiantes, justo en dirección hacia donde yo estoy.
   Me apresuro a  ir por  la cámara, deseosa de capturar en video aquella magia. Para cuando he vuelto y  la enciendo, el viento ha cesado, y las mil hojas reposan sobre el suelo, como esperando una nueva orden para ponerse en movimiento.
   ¡Ésa es una de las razones por las que no me gusta que se barran las hojas otoñales! Como decía mi fino amigo, el escritor Leo Buscaglia, quien cada otoño disfrutaba la alfombra de hojas secas en el patio trasero de su casa.
   Sin lugar a dudas son una hermosa y continua lección de dos palabras que tanto olvidamos los humanos: "Sencillez" y “mansedumbre”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario