domingo, 12 de octubre de 2014

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Cada día ofrece una oportunidad de descubrir algo, en la intrépida carrera por vivir al día en rutinas aceleradas nos perdemos de hacerlo y cada día parece ser solo eso una rutina donde todo sucede en el mismo orden, de la misma forma.
Vale la pena de vez en cuando bajar la velocidad, para admirar el paisaje, para detener la vista en aquello que nos rodea y que en nuestra prisa cotidiana hemos dejado de apreciar. 
Disfrutar el trabajo y no solo hacerlo como medio para subsistir ni por mera obligación, sino encontrando en él la magia de poder desarrollar nuestras aptitudes, encontrar en la sonrisa de los que nos rodean un incentivo para también nosotros sonreír.

Darnos tiempo para escuchar a los demás, no solo oírlos como un sonido amorfo que interrumpe nuestra agitada marcha, a veces ni siquiera somos capaces de advertir que le somos necesarios a alguien, ni lo pensamos, ni lo sentimos, ni nos importa, nos perdemos entonces de la maravillosa sensación de ofrecer comprensión a los demás, cuando a veces es lo único que nos están solicitando.

Nos es más fácil recompensar con algo material que con nuestro tiempo, ese tiempo que nunca es suficiente, que siempre vivimos apresurados, que apenas nos alcanza y que finalmente habremos de comprender hemos gastado de manera egoísta, tan solo en nosotros mismos.

Nos perdemos la oportunidad de convivir, de encontrar en nuestros semejantes un poco de nosotros mismos y lo más importante de darnos a los demás.

El mundo no solo está en nosotros mismos, hay que detenernos a ver mas allá de los límites de nuestro ego.








No hay comentarios.:

Publicar un comentario