domingo, 22 de febrero de 2015

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Sin valor

El verso de una canción popular expresa una trágica realidad nacional.

Dice la canción que en México la vida no vale nada. Y así lo comprobamos en las noticias todos los días.

Ya ve, unos niños murieron aún antes de que les pusieran el brazalete de identificación. O sea que murieron de manera anónima.

Igual se murieron cuarenta y tres estudiantes por la barbarie de unos matones con placa.

Casi doscientos campesinos indocumentados fueron asesinados en Río Bravo, Tamaulipas.

Ya nos acostumbramos a las tumbas anónimas y a la cocina de víctimas en tambos de aceite.

Es asunto prioritario volver a los días en que la muerte importaba. Y para eso hay que acabar con la impunidad y el trato trivial a los números de la muerte.

Esto es, recuperar en México la reverencia por la vida.

Que nos importen los vivos y hasta los muertos. Para todos debe haber un lugar en la crónica cotidiana de un país que ya toma a trivial la muerte de cinco o cien prójimos.

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