Distorsión
En la familia de clase media hay gustos que en principio no se justifican pero se explican.
Se gasta demasiado en comidas, diversión y ropa.
Cada fin de semana fluyen millones de pesos para ir al súper. La compra de ropa es capítulo importante también, con cambios frecuentes de moda y de estilo.
Y es que hay dinero pero no el suficiente para comprar artículos duraderos o para ahorrar.
Antes los jóvenes no se casaban hasta que compraban casa y automóvil.
Hoy se casan atenidos en que los dos van a trabajar y que un día tendrán para comprar bienes duraderos.
Y es ambigua la impresión, porque ven dinero en la cartera y pueden comprar todo lo barato que se les ocurra, pero nunca alcanza para invertir en más.
Quizá el primer paso para aprender a ahorrar e invertir es fomentar una cultura de la austeridad.
jvillega@rocketmail.com
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