Llevar los años no es carga fácil, no cuando el cuerpo no responde en la misma magnitud a todos los anhelos que a pesar de su deterioro se mantienen vivos...
Quizá lo mas difícil para un anciano es resignarse a aceptar las limitaciones que su cuerpo le impone. El paso se hace lento, la memoria falla, la vista se acorta al paso que las horas se alargan y el tiempo pesa.
Difícil llevar la edad con orgullo, sin quejas, con total aceptación.
¿Cómo no reclamar a la vida esta incongruencia entre lo que se puede y lo que todavía se desea hacer?
Poco a poco se va rindiendo el espíritu, doblegándose sin mas remedio, para no terminar siendo víctimas de la amargura y arrastrando en ella a los que nos rodean.
Hacerse ligeros cuando se requiere depender de otros para el sostén de nuestro mancillado cuerpo por el paso del tiempo, mantener el espíritu hasta donde sea posible, valiéndonos de la alegría, de la fuerza que el amor que la vida nos ha dado junto con la fe, nos permitan.
Deseamos no ser solo carga, sino enseñanza, aliento de vida, serenidad, por lo menos un poco de sabiduría para aquellos que tienen a bien tomarse un tiempo para escuchar lo que un anciano tiene para decirles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario