La tarde tan agradable favoreció que grandes y pequeños asistiéramos a atender la lectura dramatizada, a cargo de un narrador y dos actores en escena. La presentación se adaptó para público de todas las edades, a pesar de que el libro es finalmente una crítica social, además de una forma en que el autor nos enseña a cerrar círculos ante una pérdida. Paradójico, él nunca se imaginó que con su obra preparaba al mundo a elaborar un duelo por su propia muerte. Saint-Exúpery, de profesión piloto emprendió un vuelo del cual nunca regresó; sus restos mortales se perdieron para siempre en alta mar.
Aquí el fragmento final de El Principito:
"Para mí, éste es el más bello y más triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página anterior; yo lo he dibujado una vez más para que lo vean bien. Aquí fue donde el Principito hizo su aparición en la Tierra para luego desaparecer.Miren con mucha atención este paisaje y asegúrense bien de que podrán reconocerlo, si algún día viajan por el África, en el desierto. Y si llegan a pasar por ahí, les ruego que no se apresuren, esperen un momento, exactamente debajo de la estrella. Si entonces un niño se acerca hacia ustedes, si ríe, si tiene cabellos dorados como el oro, si no responde cuando se le formula una pregunta, adivinarán al instante quién es. Sean amables entonces. No me dejen tan triste. Escríbanme en seguida diciéndome que el Principito ha vuelto."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario