domingo, 3 de abril de 2016

HOJAS SUELTAS: Una tarde con El Principito en Piedras Negras

La de ayer sábado  fue una tarde especial, muy divertida pero a la vez de profunda  reflexión, la lectura de El Principito, obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry, que se llevó a cabo como parte de las actividades de la Sala de Lectura Gabriel García Márquez, en el Paralibros de esta ciudad fronteriza , para complementar el evento denominado "El Kilómetro del libro", encaminado a la recolección de libros para regalarlos más delante a la misma comunidad.
   La tarde tan agradable favoreció que grandes y pequeños asistiéramos a atender la  lectura dramatizada, a cargo de un narrador y dos actores en escena.  La presentación se adaptó para público de todas las edades, a pesar de que el libro  es finalmente una crítica social, además de una forma  en que el autor  nos enseña a cerrar círculos ante una pérdida.  Paradójico, él nunca se imaginó que con su obra preparaba al mundo a elaborar un duelo por su  propia muerte. Saint-Exúpery, de profesión  piloto emprendió  un vuelo del cual nunca regresó; sus restos mortales se perdieron para siempre en alta mar.


Aquí el fragmento final de El Principito:
"Para mí, éste es el más bello y más triste paisaje del mundo.  Es el mismo paisaje de la página anterior; yo lo he dibujado una vez más para que lo vean bien.  Aquí fue donde el Principito hizo su aparición en la Tierra para luego desaparecer.
   Miren con mucha atención este paisaje y asegúrense bien de que podrán reconocerlo, si algún día viajan por el África, en el desierto.  Y si llegan a pasar por ahí, les ruego que  no se apresuren, esperen un momento, exactamente debajo de la estrella.  Si entonces un niño se acerca hacia ustedes, si ríe, si tiene cabellos dorados como el oro, si no responde cuando se le formula una pregunta, adivinarán al instante quién es.  Sean amables entonces.  No me dejen tan triste. Escríbanme en seguida diciéndome que el Principito ha vuelto."

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