domingo, 24 de abril de 2016

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza



UN COLIBRÍ ENTRE LA MALEZA

Hace unos cuantos días, a punto de retirarme de casa de una querida amiga, y justo antes de abordar mi vehículo, algo me llamó la atención en un baldío justo frente a donde me hallaba estacionada. Me detuve a identificar esa figura pequeña que se movilizaba a gran velocidad por entre la maleza. Con un poco de atención y otro tanto de paciencia conseguí entender que se trataba de un minúsculo colibrí color pardo, no más largo que mi dedo índice, que sobrevolaba una y otra y otra de las flores silvestres que han aprendido a existir dentro de la mancha urbana.

Viendo la fotografía sería prácticamente imposible identificarlo; habría requerido un lente de gran resolución para capturarlo. Cualquier aficionado podría además señalar que las plantas fotografiadas son de lo más ordinario, poco o nada llaman la atención... y aquí radica precisamente la paradoja: Una fotografía que retrata unas plantas comunes por un lado, y por el otro un colibrí pequeño y pardo que jamás ganaría un concurso de belleza, encierran en sí una grandeza única: Las unas y el otro se son maravillosamente complementarios, las unas sin el otro, y el otro sin las unas terminarían por extinguirse. Esta es la maravillosa paradoja que atestigüé aquella mañana. ¡Ah, pero si sólo buscamos aquella belleza que marcan los cánones como tal, y nada más, nos habremos perdido la mayor parte del banquete de la vida! ¿No les parece?...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario