domingo, 26 de septiembre de 2010

LIBERTAD: “DIVA VIRTUAL”: Por Jousin Palafox, joven comunicador tijuanense

Después de 200 años: ¿Eres libre mexicano? Somos libres para decir lo que nos venga en gana, pero ¿tenemos todos una tribuna que nos escuche? Pues si el derecho de hablar es la manifestación más simple de nuestra libertad, la necesidad de ser escuchados es lo que le da verdadera importancia. Y aquellos periodistas que se atreven a hacer públicas la verdades más crudas, terminan bañados en plomo. Según el artículo 5to constitucional, somos libres de dedicarnos a la profesión, comercio o trabajo que nos acomode, siempre y cuando sea lícito, pero si quieres dedicarte al transporte: ¿Te concede el estado el derecho a sacar unas placas de taxi? Si no estás amafiado con su partido, perteneces a un gremio o das una buena mordida, rentando placas no sacas ni pa´ la comida. O si deseas abrir un negocio de maquinitas de apuestas, Gobernación jamás te dará un permiso de casino. Tal parece que dedicarte al oficio que te venga en gana, es solo privilegio de la gente con lana.

¿Donde está nuestra libertad, dónde la dejó empeñada Hidalgo? No puedes dedicarte a lo que quieras sino a lo que al gobierno le convenga. Puedes ahorrar con miles de sacrificios para comprarte ese reloj que tanto deseas, pero no puedes traerlo con tranquilidad en la muñeca porque llamarás a algún delincuente para que te lo arrebate en un semáforo. Puedes pagar la mensualidad de un carro del año, pero no podrá pagar tu familia un recate en caso de ser secuestrado, pues en nuestro país traer carro nuevo es razón suficiente para ser levantado. ¡Y así nos sentimos libres y afortunados! Volteamos a ver a los pobres cubanos y les tenemos lástima porque no pueden salir de su isla, pero ellos pueden mandar a sus hijas a las 3 de la mañana a casa de la vecina para pedirle una cucharada de café, sin miedo de que alguien las vaya a violar. Los índices de delincuencia en Cuba son de los más bajos en el continente, porque el gobierno no protege ni negocia con delincuentes, el que roba, ultraja o asesina sólo lo hace una vez en la vida.
Nuestro ejército hace retenes, tan sólo de Ensenada a Tijuana nos baja del carro dos veces y si le viene en gana hasta la ropa interior nos quita, contraviniendo la sagrada libertad de tránsito consagrada en nuestra pisoteada constitución y cuando no molesta a los ciudadanos bien habidos, se bate a muerte contra narcotraficantes, en un baño de sangre que lleva cuatro años y en donde cada vez mueren más inocentes, mientras que Costa Rica nos ve con espanto porque ni siquiera tiene ejército y hoy día, es el país más seguro de América Latina.
Pues ni libertad para hablar u opinar sin miedo, ni para trabajar en lo que nos venga en gana, ni para lucir en la calle los lujos que nuestro trabajo nos permite comprar, mucho menos para transitar sin ser molestados por las fuerzas armadas o policías… Y el colmo, ahora ni para comprar o pagar con dólares, ¡Carajo! ¿Entonces para qué tanto brinco y sombrerazo, tanto cohete y aplauso? Nuestra libertad es un queso rancio de 200 años que sabe amargo al paladar, sigue siendo un sueño e ideal. Nuestra libertad es una simple palabra, una utopía o como dicen Wisin y Yandel, una "Diva Virtual", pues existe en libros de texto y discursos, pero no en la vida real. Curiosamente la mañana del 16 de septiembre leí un en la prensa internacional que nuestro país festejaba dos siglos de libertad, pero creo que la traducción no fue la correcta, porque en verdad no es LIBRE, sino: "money free", "education free", "justice free" y no sólo "sugar" sino "nutrition free" (sin dinero, educación, justicia o nutrición). Por eso en lugar de VIVA MÉXICO, deberíamos gritar ¡SOBREVIVA MÉXICO!
Ya dejemos descansar a Hidalgo, Morelos, Zapata y Villa… ¡Necesitamos nuevos héroes para sacar a México de la alcantarilla! ¿Quién se apunta?
 Jousin Palafox Silva, graduado de la Licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio en Tijuana.

jousinpalafox@hotmail.com

www.jousinpalafox.com
Twitter: @JousinPalafox         FaceBook: No es lo mio.

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