Fieras
De por sí espanta la magnitud de la violencia en nuestras calles.
Pero el aspecto más sombrío es la composición del ejército del crimen.
Cada día recluta a más menores de edad y a más mujeres.
A ambos los vemos como secuestradores y sicarios.
Mueren en combate o acaban ejecutados en una esquina.
Son nuestra tragedia pero también expresión de nuestra culpa.
La escuela y el hogar ya no retiene, ya no civilizan.
Si la sociedad es una jungla, ¿por qué extrañarse por sus fieras?
jvillega@rocketmail.com
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