domingo, 10 de abril de 2016

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

ÉRIC: UN PRESENTE CON FUTURO
No me provoca escozor alguno externar que las redes sociales representan una parte importante de mi actividad diaria; son el recurso siempre disponible para acceder a contenidos, para compartir opiniones, y finalmente para dar a conocer algo de lo propio.  Aunque claro, hay ratos cuando ese fácil acceso a contenidos de todo tipo genera desazón, primero por lo que sucede, luego por la manera como se cuenta, y finalmente por el modo como en ocasiones se expresan otros navegantes.  Hay contenidos que en lo particular dañan la moral, imágenes que aun cuando las oculte en mi muro finalmente me persiguen como para decirme que no he sabido cumplir la tarea de forjar un mundo mejor…
En esta vida todo tiene dos caras, y a esa parte oscura de las redes sociales se contrapone la parte luminosa, esas noticias que alientan, son algo así como una inyección de energía que nos pone a circular y a echarle ganas, para estar en condiciones de dar lo mejor que tenemos.  Tal fue el caso de una nota aparecida hace unos cuantos días en un diario saltillense, que habla sobre un joven valor musical de doce años cumplidos quien lleva por nombre Éric Valdés Marines.  Este  artista tuvo su primer contacto con la música siendo muy pequeño, y casi por casualidad –así suceden los grandes prodigios que hacen historia. Bien, Eric tuvo en sus manos un teclado que sus hermanos mayores habían desechado, y a partir de esas primeras pulsaciones sobre las teclas vino su fascinación por la música.
Todos los seres humanos poseemos algún tipo de inteligencia, desde la lógico-matemática hasta la naturalista o la interpersonal; desde antes de nacer cada niño va dando muestras del tipo de inteligencia que más predomina en su persona, y ahora sí que está en la acuciosidad con que padres y cuidadores observen a ese pequeño para identificar su potencial en la vida.  Eric fue afortunado de contar con unos padres que en cuanto detectaron aquel gusto del niño por la música hicieron lo correspondiente para apoyar su talento. Actualmente se halla en la ciudad de Monterrey avanzando en su preparación como pianista, con un nivel tal, que a su corta ya ha participado en diversas presentaciones y festivales, además de ser un jovencito muy educado con quien dialogué brevemente en el chat de la publicación donde apareció la nota.
De toda esta historia que apunta a un joven talentoso, a unos padres observadores y apoyadores, y a un medio de difusión que da buenas noticias, lo que más me impactó de la historia es enterarme de que con el monto de su primer premio económico Éric compró un piano que donó a un hospicio el día de su propio cumpleaños, fecha que decidió pasar al lado de los niños de dicho albergue, compartiendo un poco de su talento.
Esta historia con su filigrana de cosas bellas me deja un excelente sabor de boca, en particular cuando los medios con tanta facilidad nos inundan de relatos e imágenes que cumplen con todo lo contrario, con desalentar, con crear desesperanza…
Otro asunto que atrapa mi mente y quiero destacar, es  lo relativo a los distintos tipos de  inteligencia que existen.  Un niño puede tener dificultad para asimilar las matemáticas, pero excelente en cuanto a inteligencia espacial o intrapersonal.  El mayor error de aquellos que están a cargo de su educación es etiquetarlo con algo así como “tú no aprendes porque no eres inteligente.” No se puede encasillar la grandiosidad de un ser humano con todo su potencial y afanarnos en que quepa a la fuerza en una casilla prefabricada que otros determinaron que debe ser la correcta para todos. Por el contrario, es labor nuestra como padres, cuidadores o maestros, detectar qué tipo de inteligencia predomina en ese niño, y a partir de la misma encauzarlo   Por supuesto que no se trata de decir que si un niño es muy bueno para dibujar entonces que se dedique a dibujar 8 horas al día  y que  no aprenda ni la tabla del 2.  Pero sí, reorganizar los contenidos de manera de potenciar el desarrollo particular de ese pequeño, para que llegue a ser un niño talentoso que se siente tan bien consigo mismo, que está en la mejor disposición de compartir algo de lo propio, como es el caso de Eric, a quien espero pronto saludar en persona cuando lleve a cabo alguna de sus giras dentro del estado.

Por lo pronto, Eric reitero lo que te dije en el chat: Un gusto conocer a un jovencito como tú, que además de representar el futuro de México, es ya en estos momentos un presente luminoso  que se recibe con agrado y con gran  esperanza.  ¡Muchas felicidades!

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