ÉRIC: UN PRESENTE CON FUTURO
No me provoca escozor alguno externar
que las redes sociales representan una parte importante de mi actividad diaria;
son el recurso siempre disponible para acceder a contenidos, para compartir
opiniones, y finalmente para dar a conocer algo de lo propio. Aunque claro, hay ratos cuando ese fácil
acceso a contenidos de todo tipo genera desazón, primero por lo que sucede,
luego por la manera como se cuenta, y finalmente por el modo como en ocasiones se
expresan otros navegantes. Hay
contenidos que en lo particular dañan la moral, imágenes que aun cuando las
oculte en mi muro finalmente me persiguen como para decirme que no he sabido
cumplir la tarea de forjar un mundo mejor…
En esta vida todo tiene dos
caras, y a esa parte oscura de las redes sociales se contrapone la parte
luminosa, esas noticias que alientan, son algo así como una inyección de energía
que nos pone a circular y a echarle ganas, para estar en condiciones de dar lo
mejor que tenemos. Tal fue el caso de
una nota aparecida hace unos cuantos días en un diario saltillense, que habla
sobre un joven valor musical de doce años cumplidos quien lleva por nombre Éric
Valdés Marines. Este artista tuvo su primer contacto con la música
siendo muy pequeño, y casi por casualidad –así suceden los grandes prodigios
que hacen historia. Bien, Eric tuvo en sus manos un teclado que sus hermanos
mayores habían desechado, y a partir de esas primeras pulsaciones sobre las
teclas vino su fascinación por la música.
Todos los seres humanos poseemos
algún tipo de inteligencia, desde la lógico-matemática hasta la naturalista o
la interpersonal; desde antes de nacer cada niño va dando muestras del tipo de
inteligencia que más predomina en su persona, y ahora sí que está en la
acuciosidad con que padres y cuidadores observen a ese pequeño para identificar
su potencial en la vida. Eric fue
afortunado de contar con unos padres que en cuanto detectaron aquel gusto del
niño por la música hicieron lo correspondiente para apoyar su talento.
Actualmente se halla en la ciudad de Monterrey avanzando en su preparación como
pianista, con un nivel tal, que a su corta ya ha participado en diversas
presentaciones y festivales, además de ser un jovencito muy educado con quien
dialogué brevemente en el chat de la publicación donde apareció la nota.
De toda esta historia que apunta
a un joven talentoso, a unos padres observadores y apoyadores, y a un medio de
difusión que da buenas noticias, lo que más me impactó de la historia es
enterarme de que con el monto de su primer premio económico Éric compró un
piano que donó a un hospicio el día de su propio cumpleaños, fecha que decidió
pasar al lado de los niños de dicho albergue, compartiendo un poco de su
talento.
Esta historia con su filigrana de
cosas bellas me deja un excelente sabor de boca, en particular cuando los
medios con tanta facilidad nos inundan de relatos e imágenes que cumplen con
todo lo contrario, con desalentar, con crear desesperanza…
Otro asunto que atrapa mi mente y
quiero destacar, es lo relativo a los
distintos tipos de inteligencia que
existen. Un niño puede tener dificultad para
asimilar las matemáticas, pero excelente en cuanto a inteligencia espacial o
intrapersonal. El mayor error de aquellos
que están a cargo de su educación es etiquetarlo con algo así como “tú no
aprendes porque no eres inteligente.” No se puede encasillar la grandiosidad de
un ser humano con todo su potencial y afanarnos en que quepa a la fuerza en una
casilla prefabricada que otros determinaron que debe ser la correcta para
todos. Por el contrario, es labor nuestra como padres, cuidadores o maestros,
detectar qué tipo de inteligencia predomina en ese niño, y a partir de la misma
encauzarlo Por supuesto que no se trata
de decir que si un niño es muy bueno para dibujar entonces que se dedique a
dibujar 8 horas al día y que no aprenda ni la tabla del 2. Pero sí, reorganizar los contenidos de manera
de potenciar el desarrollo particular de ese pequeño, para que llegue a ser un
niño talentoso que se siente tan bien consigo mismo, que está en la mejor
disposición de compartir algo de lo propio, como es el caso de Eric, a quien
espero pronto saludar en persona cuando lleve a cabo alguna de sus giras dentro
del estado.
Por lo pronto, Eric reitero lo
que te dije en el chat: Un gusto conocer a un jovencito como tú, que además de
representar el futuro de México, es ya en estos momentos un presente luminoso que se recibe con agrado y con gran esperanza.
¡Muchas felicidades!
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