ORACIÓN DEL PATIO
Mi Dios de las grandes maravillas,
de qué modo te encuentro
mañana tras mañana
en los rincones de mi
pequeño patio,
lejos del barullo estrepitoso
de egos prominentes
que claman ser tus dueños.
Te observo en cada uno
de los muchos milagros cotidianos,
titilando en el perfecto espejo
de una gota de rocío
sobre el verde terciopelo de las hojas.
Eres eco inagotable
de risas infantiles,
eres música que
emiten las criaturas menudas
que no cesan de alabarte con su canto.
Explosión incontenible de aguas
que se vuelcan en mi patio
cada
tarde veraniega de lluvia.
Dios de las pequeñas grandes maravillas,
no tengo que buscarte en los gruesos tratados
ni devanarte de prédicas
que anuncian
el inminente fin del
mundo.
Baste con salir a mi patio y encontrarte
en los pequeños milagros cotidianos
que se vuelcan mañana tras mañana,
mi Dios, para que yo te crea.
Grandioso. Me encantó. Felicidades y muchas gracias por compartirlo
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario, Antonio. Es agradable descubrir que le gusta a alguien lo que escribimos.
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