domingo, 13 de mayo de 2018

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Entre el razonar y el sentir hay una brecha que muchas veces no se debe atravesar. Si bien es cierto que no puedes dejarte llevar por tus sentimientos irreflexivamente, si debes saber controlar impulsos y dejar que el cerebro ejerza dominio sobre el corazón, para no tomar decisiones de las que después puedas arrepentirte. 
También resulta una gran verdad que a veces, el sentimiento demasiado razonado pierde autenticidad.
     El amor es sentimiento que nace tan espontáneamente que ni siquiera da opción a regularlo, a pensar si es correcto, oportuno, para cuando intentamos reprimirlo, ya nos inundó el alma.
     Difícil decir que amar es acción equivocada, porque siendo el más noble de los sentimientos, no debiera ser así. Pero el riesgo existe al enamorarse de alguien, incluso en el amor de madre lo hay, si es que en ese amor se cifra la correspondencia, si es que en él se deja la responsabilidad de nuestra vida, si acaso no estamos dispuestos a amar, sin pretender que eso sea sinónimo de ser amados en la misma medida.
     Renunciar a querer, es haber dejado a un lado la gran oportunidad de reconocernos en la máxima expresión del ser humano. tan solo por miedo al fracaso, por ambición desmedida de lo que al dar amor pretendemos recibir, al no asimilar que amar ya de por sí, es autosatisfacerse, porque en ese sublime sentimiento al dar ya estamos recibiendo.
     Amar es verbo que se debe conjugar en todos los tiempos, en todas las personas, siempre es bueno que el pasado nos dé aroma a amor, que el presente esté impregnado de él, que el futuro sea promesa de seguir aspirando su perfume.
     Razonar el amor es racionarlo, quizá el raciocinio es necesario en librarnos de los estragos que a veces, inevitablemente nos causará el haber amado. Amar es la razón más importante para la que fuimos creados.      Creo en el amor, sin que dejarlo fluir dentro de mi, me parezca irracional ni equivocado.

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