domingo, 2 de febrero de 2020

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Es difícil seguir una línea, requiere equilibrio, concentración, decisión. Esto en cuanto a nuestro comportamiento solo puede lograrse cuando hay congruencia entre nuestra palabra y nuestra acción.

¿Cuántos hay que en el mundo son capaces de hacer grandes obras maestras en las bellas artes, y sin embargo llevan una vida sentimental caótica? ¿Cuántos profesan en apariencia una religión con devoción, y en su vida no dan testimonio de lo que dicen profesar?

Candiles de la calle, obscuridad de su casa, dice el refrán, denotando una incapacidad para tener autenticidad en tus sentimientos, y ser capaces de mantener vínculos y acciones nobles, tanto fuera como dentro de tu ámbito familiar.

Leía de como Neruda, poeta destacado, fue capaz de escribir de los poemas de amor más bellos que se han conocido, y sin embargo despreció a su hija por tener hidrocefalia. ¿Cómo puede un hombre concebir el amor a otros y al mismo tiempo ser capaz de tal infamia? Ejemplos como éste, de menor o mayor gravedad, existen muchos.

El alma no tiene fronteras, no es imagen, no es parcial. Cuando tiene autenticidad en sus sentimientos, cuando de verdad está inundada por el amor, por la buena voluntad, no es manipulable, no tiene doble moral, no acepta dos conceptos distintos sobre como amar.

Me resulta increíble, como dominar al alma, para al mismo tiempo ser capaz de ir en dos sentidos por una misma ruta. ¿Quién se es realmente? La congruencia entre lo que pienso y lo que hago, el reflejo de aquello que realmente soy, sin encubrimientos que solo pretenden dar una imagen falsa. ¿Hasta dónde llega la capacidad del ser humano de mantener una doble moral y aceptarse y ser aceptado por los demás?

¿Habrá una conciencia dormida, o tan laxa que siempre nos justifique y nos impida reconocer nuestros errores, para  permitirnos llevar esta disonante forma de actuar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario