El asunto de vivir consiste en apurar hasta la última gota, mientras nuestro vaso contenga en su interior el precioso líquido llamado tiempo.
Es abrir los ojos para comprender de qué tamaño es nuestra fortuna por estar aquí y ahora.
Vivir equivale a sentirnos los felices ganadores de un premio que el cielo nos otorga.
Es no perdernos en angustias vanas, no desgastar nuestra energía preocupándonos por asuntos que no está en nuestras manos resolver.
Vivir es hacerlo con una sonrisa en el rostro, los brazos abiertos y el paso ligero. Pero sobre todo, con un canto alegre en los labios.
...Vivir a fondo, dispuestos a dejar huella de nuestro paso. Agradecer de la mejor manera lo que somos, el pedazo de cielo que anida en nuestro corazón.
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